LONDRES.- Las fuerzas armadas británicas reducirán la cantidad de armas pesadas en favor de tropas de intervención más flexibles, que puedan participar en la lucha contra el terrorismo internacional, anunció hoy el ministro de Defensa británico, Geoff Hoon, ante la Cámara de los Comunes.
En el futuro, la fuerza de combate militar casi no se deducirá del número de soldados, tanques o barcos de guerra, sino más bien de la capacidad de intervenir efectiva y rápidamente en las más diversas situaciones de crisis.
La "tecnología será uno de los factores esenciales de ese cambio", dijo Hoon en referencia a la planeada reestructuración.
Tras el fin de la Guerra Fría, los desafíos cambiaron de manera fundamental. En el futuro se esperan "muchas misiones de envergadura pequeña o mediana paralelas", según Hoon, quien destacó el papel de su país en misiones de paz en los Balcanes, África, Afganistán e Irak.
En lugar de una guerra convencional, existen amenazas de naturaleza diversa, siendo las más grandes la "expansión de las armas de destrucción masiva y la amenaza de terroristas internacionales" apoyados por regímenes criminales.
Asimismo, Hoon reiteró que no prevé que Gran Bretaña asuma operaciones a gran escala sin Estados Unidos, y recalcó que el Ejército británico debe trabajar estrechamente con las fuerzas norteamericanas.
La Organización para el Tratado del Atlántico Norte (OTAN) seguirá siendo la base para la defensa colectiva, pero la defensa de la Unión Europea debe complementar la alianza, añadió.
La oposición conservadora respaldó básicamente los planes presentados por Hoon, pero manifestó sus dudas de que se puedan implementar en la situación de defensa actual.
En tanto, los críticos señalaron que las fuerzas armadas británicas ya son reducidas en número.