JERUSALÉN.- Unos 2.000 pacifistas israelíes y palestinos se concentraron hoy, frente a una sección del polémico "muro" que Israel construye al norte de Jerusalén para demostrar su rechazo a esta medida y mostrar su solidaridad con los palestinos que quedarán segregados con la cerca.
La concentración se produjo en las proximidades de A-Ram, a la entrada de la ciudad cisjordana de Ramallá y no se ha informado de alteraciones del orden.
Israel considera vital el muro o "cerca de seguridad" para evitar la entrada de atacantes palestinos, entre ellos suicidas, a su territorio para llevar a cabo atentados.
Según un reciente informe divulgado por la Autoridad Palestina del Agua en Ramallá, dicha cerca se anexará de hecho el 95 por ciento del total de los recursos acuíferos para el consumo de los palestinos en Cisjordania, equivalente al 362 millones de metros cúbicos.
En un informe que publica la revista Sahab, la Autoridad del Agua dice que granjeros palestinos han perdido un total de 36 pozos de agua, entre ellos 23 ubicados en los lugares por los que pasaba el muro y 13 en sus cercanías y que eran empleados para el consumo doméstico y el regadío.
Se agrega que los actuales acuíferos del este de Cisjordania son incapaces de satisfacer las necesidades de agua de la población palestina.
En julio de 2002, el Gobierno israelí comenzó la construcción de una barrera de separación de los palestinos de más de 650 kilómetros de largo y compuesta por muros de hormigón de hasta ocho metros de alto, torres de vigilancia, vallas de alambrado electrónicas, circuitos cerrados de televisión, senderos para patrullas de vigilancia y, en algunos casos, ametralladoras teledirigidas.
