BUENOS AIRES.- El ex Presidente argentino Fernando de la Rúa, quien renunció acosado por una profunda crisis en diciembre de 2001, aseguró que "es absolutamente falsa" la afirmación de un "arrepentido" que lo acusó de haber ordenado el pago de sobornos por 4,5 millones de dólares a senadores para que aprobaran una ley que redujo derechos de los trabajadores.
"Es un amplio operativo que habrá que ver a quién beneficia", deslizó hoy De la Rúa, al referirse a la confesión del ex secretario parlamentario del Senado, Mario Pontaquarto, quien describió con lujo de detalles cómo el Ejecutivo nacional ordenó pagar una cifra millonaria a senadores con fondos de la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE).
El caso de los sobornos en el Senado motivó la primera gran crisis en la gestión de De la Rúa, al año de haber asumido la Presidencia, cuando un senador peronista, Antonio Cafiero, denunció que "la ley laboral costo varios millones de dólares".
Luego, el entonces vicepresidente, Carlos "Chacho" Alvarez, intentó profundizar en torno de la denuncia y finalmente renunció.
Las sospechas por el pago de sobornos para aprobar la reforma laboral en un gobierno que había prometido "transparencia" tras la obscura década de Carlos Menem (1989-1999), causó un profundo malestar social, que se plasmó en el reclamo "que se vayan todos", en referencia a los políticos.
Luego, el desastre económico del gobierno de De la Rúa, que incluyó el bloqueo de depósitos bancarios ideado por el entonces ministro de Economía Domingo Cavallo, generó una ola de protestas que contribuyó a la renuncia del presidente.
La reforma laboral era una de las tantas imposiciones del Fondo Monetario Internacional y del poder económico y financiero, imposiciones que De la Rúa y sus ministro de Economía, José Luis Machinea y Cavallo, nunca resistieron.
"Estoy sorprendido. Sólo puedo decir que es absolutamente falso y arbitrario que se me atribuya nada. Jamás participé de una reunión como la que se menciona", aseguró hoy De la Rúa.
Según De la Rúa participó personalmente en reuniones en las que se decidió pagar los sobornos para la aprobación de la ley, y exigió poner "música clásica" a volumen alto para evitar que las conversaciones pudieran ser captadas por micrófonos ocultos.
Apenas trascendió la confesión de Pontaquarto al semanario TXT, el ex funcionario parlamentario fue citado a declarar por la Justicia, que en estos tres años investigó las denuncias pero dictó la falta de mérito de las 13 personas sospechosas.
La Justicia investigó en su momento si los fondos de las presuntas coimas fueron aportados por la SIDE, y aunque según fuentes juidiciales se reunieron indicios suficientes para sostener la acusación, nunca se dio el hecho por comprobado.
Pontaquarto se comprometió hoy ante la Justicia a entregar "en 48 horas" el documento en el que consta, dijo, "cómo se pagó y distribuyó el dinero" a los senadores.