CARACAS.- El Presidente de Venezuela, Hugo Chávez negó hoy que esté preparando un golpe de Estado en su país, junto a sectores militares, para evitar un eventual referendo revocatorio de su mandato, tal como aseguran sectores opositores.
"Esos son signos claros de un estado que está rayando en la locura", afirmó el mandatario, quien negó esas acusaciones en su programa "Aló, presidente", trasmitido desde una villamiseria al oeste de Caracas.
"Si (...) yo estuviere en eso, lo último que yo haría sería irme por los cuarteles militares. No hace falta irme por los cuarteles y menos públicamente con la prensa (presente)", añadió el mandatario.
Explicó que su recorrido por los cuarteles es para "revisar los problemas de la oficialidad" y dar el acostumbrado saludo navideño a los oficiales.
Chávez insistió en el supuesto fraude en la recolección de firmas opositoras e invitó "a reconocer su fracaso" a los líderes de la oposición que organizaron la búsqueda de rúbricas.
"Ellos dijeron que iban a entregar las firmas la misma semana. Hoy ya es 14. El primero (de diciembre) terminaron de hacer su fraude, entonces ya tienen 12 días. Están tratando de arreglar su fraude", afirmó el mandatario.
El mandatario calificó de "emblemática" una supuesta grabación telefónica del ex-Fiscal General Ramón Escovar Salom, en la que asegura que la oposición no habría reunido las firmas necesarias para solicitar el revocatorio del mandato de Chávez.
Chávez también acusó a sus antagonistas de querer "engañar al Consejo Nacional Electoral (CNE)" con el retraso de la entrega de las firmas y volvió a pedir respeto a ese ente, que validará las firmas en su contra.
La Coordinadora Democrática (partidos y organizaciones opositoras) anunció el sábado que no entregará al CNE las firmas contra Chávez hasta tanto no defina los procedimientos de verificación de esas rúbricas.
El domingo pasado, el mandatario dejó entrever que no aceptaría que se llame a una consulta con esas rúbricas, recogidas entre el 28 de noviembre y el 1 de diciembre pasado.
Según la oposición, se recolectaron 3,6 millones de firmas, muchas más de los 2,4 millones necesarios para activar el referendo.
El CNE tiene un plazo de 30 días a partir de la entrega de las firmas para transcribirlas y verificarlas, tras lo cual decidirá si son suficientes para convocar el referendo.
