WASHINGTON.- Un estudio realizado con adultos jóvenes que tienen una mutación genética vinculada con el mal de Alzheimer indica que esa enfermedad degenerativa del cerebro comienza décadas antes de que se manifiesten los síntomas.
De confirmarse eso, podría llegar el día en que exista una terapia preventiva a edades tempranas.
Un equipo encabezado por investigadores en el Banner Good Samaritan Medical Center en Phoenix, Arizona, realizó exámenes de resonancia magnética de los cerebros de 12 pacientes jóvenes que tienen una mutación en el gen APOE asociada con alto riesgo de mal de Alzheimer. Los investigadores descubrieron que los pacientes tenían algunos de los mismos cambios metabólicos vistos en personas con casos avanzados y moderados de la enfermedad.
"Personas con ese gen de susceptibilidad tienen actividad cerebral reducida en cada una de las regiones del cerebro que son afectadas progresivamente más tarde en la vida" entre los pacientes con Alzheimer, dijo el doctor Eric M. Reiman, jefe del Positron Emission Tomography Center en Banner y primer autor del estudio.
Los resultados del estudio son publicados esta semana por la revista "Proceedings of the National Academy of Sciences".
Reiman dijo que los investigadores aún no han demostrado una vinculación entre los cambios metabólicos y el desarrollo de al enfermedad, pero el hallazgo "indica que existen cambios cerebrales muchos años antes del posible surgimiento de problemas de memoria y pensamiento".
"Pensamos que esos cambios en el cerebro son la base para el desarrollo de algunas de las anormalidades microscópicas y metabólicas que vemos en pacientes más adelante en la vida", dijo.
Bill Thies, vicepresidente de Asuntos Médicos y Científicos para la Asociación de Alzheimer, dijo que el estudio de Reiman es parte de un esfuerzo actual de numerosos investigadores para encontrar una forma de identificar a edades tempranas quiénes van a sufrir más tarde problemas de memoria asociados con el mal.
Actualmente no existe una terapia preventiva para el Alzheimer, pero Thies dijo que cuando la terapia sea descubierta, los médicos necesitarán pruebas para identificar a los pacientes potenciales.
Thies añadió que estudios sobre la firma en que el cerebro procesa la glucosa en pacientes con Alzheimer son considerados prometedores en la búsqueda de evidencias tempranas de la enfermedad.