VATICANO.- El Papa Juan Pablo II exhortó hoy a los gobiernos a analizar las causas subyacentes del terrorismo, y afirmó que la lucha contra éste "no puede ser limitada únicamente a operaciones represivas y punitivas".
En un mensaje publicado hoy en anticipación del Día Mundial de la Paz, el próximo 1 de enero, el Pontífice afirmó que el uso de la fuerza, aunque sea necesario, debe ir acompañado de "un análisis valiente y lúcido de las razones tras los ataques terroristas".
"La lucha contra el terrorismo debe ser conducida también en los niveles político y educacional", añade el Papa, de 82 años.
El líder espiritual de 1.000 millones de católicos en todo el mundo agrega que los jefes de gobierno debieran tratar de eliminar "las causas subyacentes de situaciones de injusticia que suelen llevar a la gente a acciones más desesperadas y violentas", y deberían insistir "en una educación inspirada en el respeto a la vida humana en toda situación".
"El flagelo del terrorismo", dice Juan Pablo II, "en los últimos años se ha vuelto más virulento y ha producido brutales masacres que, a su vez, han puesto obstáculos aún mayores en el camino del diálogo y la negociación, incrementando las tensiones y agravando los problemas, especialmente en Cercano Oriente".
El Papa instó al mismo tiempo a dar un papel más central a las Naciones Unidas y a respetar el derecho internacional.
"Los gobiernos democráticos saben muy bien que el uso de la fuerza contra los terroristas no puede justificar una renuncia a los principios del imperio de la ley", añade el mensaje papal.
En una aparente alusión de Estados Unidos, que lanzó la guerra contra Irak sin el respaldo de Naciones Unidas, y a otros países que no respaldaron las resoluciones de la ONU, el Papa dice que "hay una necesidad especialmente urgente de conducir a individuos y pueblos a respetar el orden internacional y a respetar los compromisos asumidos por las autoridades que legítimamente los representan".
"Es oportuno recordar esta norma fundamental, especialmente en tiempos en que hay la tentación de echar mano a la ley de la fuerza antes que a la fuerza de la ley", agrega el Sumo Pontífice.
