GINEBRA.- El mundo enfrenta una grave escasez de médicos y enfermeras que complica la lucha contra las enfermedades infecciosas como el Sida o la neumonía atípica, advirtió el jueves la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En su informe 2003 sobre la salud en el mundo, la OMS considera que "la crisis mundial del personal sanitario" impide que los países pobres suministren la atención médica necesaria a millones de personas que, bajo otras circunstancias, hubieran podido escapar a la muerte o a una enfermedad.
"El problema más agudo que deben enfrentar los sistemas de atención sanitaria es el de la escasez del personal que los hace funcionar", destaca la OMS.
"Los países más afectados por esta crisis son los países en vías de desarrollo, sobre todo el África subsahariana, pero también afecta a los otros", agrega.
Este problema "obstaculiza considerablemente las medidas tomadas para enfrentar la situación creada por el Sida (...), mientras los efectos del Sida reducen el número de personas disponibles", subraya la OMS.
Esta agencia de la ONU critica a los gobiernos y "los organismos internacionales" que "otorgan todavía muy poca importancia a las cuestiones de personal".
El refuerzo "rápido y considerable" de los efectivos "se impone urgentemente" si se quieren aprovechar los fondos y las sustancias farmacéuticas puestas a disposición en los últimos años por la OMS, los industriales o el Banco Mundial para luchar contra las grandes epidemias, según este informe.
En un mensaje publicado en este informe, el director general de la OMS, Lee Jong-Wook, estima que es posible actuar eficazmente en todos los países para mejorar la salud de la población, "pero se debe disponer en el lugar de los conocimientos y del potencial necesarios para que esta eventualidad se concrete".
La epidemia de neumonía atípica (o síndrome respiratorio agudo severo, SRAS), que afectó a 32 países, demostró simultáneamente la importancia de la cooperación internacional y los peligros de lagunas en los sistemas sanitarios en varias regiones del mundo, indica este informe.
La propagación del virus quizás no hubiera sido controlada si la enfermedad se hubiera registrado en países pobres dotados de sistemas sanitarios deficientes.
Los países en vías de desarrollo constituyen reservas para las enfermedades infecciosas.
Sin tener en cuenta el sida, la mortalidad de los niños menores de cinco años aumentó 34% en los diez últimos años, según el informe. Los países ricos, que constituyen menos de 20% de la población mundial, representan 90% de los gastos mundiales de salud.