TOKIO.- El Gobierno japonés aprobó hoy, jueves, los detalles sobre el contingente de soldados para labores de reconstrucción en Irak, que partirá a ese país de forma escalonada el 21 de febrero de 2004, informaron fuentes oficiales.
El contingente será precedido de tres avanzadillas de oficiales encargados de logística y preparación de bases, la primera de las cuales saldrá del archipiélago el 25 de diciembre.
El contingente de febrero estará conformado por 135 soldados de la división de tierra del Ejército, que viajarán con 38 vehículos que serán usados en labores como proveer agua en la ciudad de Samawah, al sur de Bagdad.
El total de tropas japonesas será de 557 efectivos, que contarán con 189 vehículos, incluidos coches blindados para el transporte de soldados.
Las fuerzas aéreas enviarán 150 efectivos, cuatro aviones de transporte C-130, dos aeroplanos U-4 de apoyo, además de dos aeronaves oficiales que estarán destacadas en Kuwait y que transportarán alimentos, medicinas y otros artículos de auxilio.
Según la normativa para el envío de las tropas a Irak, el director general de la Agencia de Defensa, Shigeru Ishiba, con rango de ministro, deberá confirmar la situación de seguridad en el área antes de obtener la aprobación para el envío del primer ministro, Junichiro Koizumi.
El envío de tropas ha generado una fuerte polémica debido a que por limitaciones legales los soldados japoneses no podrán usar armas más que en situaciones de defensa propia.
La Constitución pacifista, redactada tras la derrota nipona en la Segunda Guerra Mundial, prohíbe además la participación en programas colectivos de defensa, por lo que la presencia en Irak se limitará en principio a labores humanitarias en zonas no expuestas a combate.
Según fuentes periodísticas locales, se prevé que el Gobierno haga un ajuste legal en la normativa para permitir que Japón pueda transportar soldados armados, en previsión de que tengan que prestar esos servicios para el Ejército estadounidense.
La zona designada para la actuación de los soldados japoneses será Samawah y el puerto de Umm Qasr, al sudoeste de Irak, y según las fuentes, el aeropuerto Internacional de Bagdad ha sido declarado también zona de no combate.
La normativa estipula que las fuerzas japonesas deberán suspender sus actividades y evacuar en el caso de que haya combates cerca de las zonas donde están destacadas, tras informar al director de la Agencia de Defensa, quien deberá dar instrucciones.