BAGDAD.- Christian Peacemaker Teams (CPT) acusa a las autoridades ocupantes en Irak de maltratar a los prisioneros cautivos en sus centros de detención y de no facilitarles visitas.
"Las autoridades ocupantes en Irak no respetan las convenciones de Ginebra por el maltrato recibido por los prisioneros cautivos en centros de detención y la escasez de visitas que reciben", afirmó hoy Matthew Chandler, miembro de CPT en Bagdad.
CPT, una organización cristiana estadounidense, ha investigado las campañas de detenciones en Irak llevadas a cabo por las autoridades ocupantes desde el principio de la guerra, el 20 de marzo pasado.
El estudio se basa en información recogida entre el 31 de mayo pasado y el 11 de este mes, y utiliza como fuentes a las fuerzas de la coalición que EE.UU. lidera en Irak, trabajadores contratados por esa coalición, amigos y familiares de los detenidos, y los mismos prisioneros.
En particular, los miembros de CPT, en estos momentos 8 en Irak, han llevado a cabo un seguimiento exhaustivo de 63 casos, la mayoría de ellos iraquíes encerrados en los centros de detención de Um Qasar, en el extremo sur del país, del Aeropuerto Internacional de Bagdad, y de Abu Ghareb, donde los periodistas no tienen acceso.
Se trata de 62 hombres y una mujer, la mayoría habitantes de Bagdad, de entre 16 y 51 años, cautivos en nueve centros de detención ubicados a lo largo y ancho del país, donde han permanecido entre 24 horas a 196 días.
En la mitad de los casos los detenidos ya han sido puestos en libertad, y ninguno de ellos ha sido condenado.
En 4 de los 24 casos en los que la detención tuvo lugar en los hogares de los afectados, las autoridades de la coalición reconocieron después haber cometido un error pero llevaron a cabo arrestos de todas formas.
Entre estos 24 casos, 7 de los detenidos fueron heridos y un familiar muerto y en 14 ocasiones los soldados causaron daños a propiedad privada.
Además, en 16 casos los familiares intentaron concertar una visita y sólo lo mitad lo consiguió.
"Tras llevar a cabo un sondeo en los meses de mayo y junio nos percatamos de que las detenciones constituían una de los principales quejas entre la población con respecto a las fuerzas de ocupación", dijo Chandler.
"Hemos acompañado a muchas familias en busca de sus parientes y tenemos una idea muy precisa de la frustración que sienten tanto ellos como los propios detenidos y de las condiciones miserables en las cárceles donde están cautivos", apuntó.
"Ahora podemos afirmar con autoridad que no se trata de casos aislados sino de un problema en todo el sistema", agregó.
Chandler señaló que "el proceso de clasificación de los detenidos entre prisioneros de guerra, criminales y aquellos que han llevado a cabo ataques contra las fuerzas de la coalición, es muy lento y las autoridades estadounidenses tardan meses en examinar cada caso".
Asimismo, señaló que "con la excusa de que una persona constituye una amenaza para las fuerzas de la coalición pueden arrestar a cualquier persona durante meses y sin cargos".
Con esto "cuando salen de la prisión necesitan muy pocas excusas para buscar la manera de participar en los ataques contra la ocupación".
Chandler acusó a las fuerzas de ocupación de buscar la seguridad a corto plazo y de falta de visión.
"No entienden que con las operaciones punitivas que llevan a cabo tras los ataques de la resistencia provocan que la violencia aumente", concluyó.
CPT es una organización cristiana que trabaja en proyectos para reducir la violencia en zonas de conflicto en Cisjordania, Colombia, México, Canadá e Irak.
Según el teniente general Ricardo Sánchez, jefe de las fuerzas de la coalición en Irak, el número de iraquíes en sus centros de detención supera con creces los 5.000, una cifra que aumenta cada día en las frecuentes redadas que llevan a cabo sus tropas.
Entretanto, cerca de Abu Gharib donde se encuentra uno de los principales centros de detención del país, dos soldados estadounidenses resultaron heridos cuando un artefacto explosivo improvisado fue detonado al paso del camión-cisterna en el que viajaban, informaron fuentes militares estadounidenses.
Previamente, testigos en la zona habían informado de que dos soldados resultaron muertos en el ataque.