BUENOS AIRES.- El Presidente de Argentina, Néstor Kirchner, aseguró hoy que recibe presiones desde el exterior para elevar el superávit fiscal y dijo que no se va a "dejar ahogar" por tales objeciones.
"Recibimos objeciones de ministros extranjeros, de multinacionales, a veces del propio Fondo (Monetario Internacional) pero no estoy dispuesto a aceptarlo", señaló Kirchner en el programa de televisión de la popular presentadora argentina Mirtha Legrand.
El pacto firmado con el FMI en septiembre estipuló que Argentina debía lograr este año un ahorro fiscal primario (no incluye el pago de intereses de la deuda) de 7.789 millones de pesos (2.605 millones de dólares), pero entre enero y noviembre el país ya acumuló un superávit de 8.857,2 millones de pesos (2.962,2 millones de dólares).
"La Argentina entra a crecer y nos piden mayor superávit (...) Se terminó eso de hacer lo que quieren, como quieren, a costa nuestra. Que nos dejen trabajar. Aguantaron a gobiernos tan poco serios durante tanto tiempo que cuando empezamos a salir nos quieren ahogar y no nos vamos a dejar ahogar", reiteró el Mandatario.
Para 2004, el objetivo de superávit fiscal primario comprometido con el Fondo equivale al tres por ciento del PIB que, según los cálculos oficiales, llegará a 416.865 millones de pesos (139.419 millones de dólares).
Durante el programa de televisión, Kirchner también hizo referencia a una "readecuación" de las tarifas de los servicios públicos, pero advirtió de que los aumentos sólo afectarán a los grandes grupos económicos y no a la mayor parte de los usuarios.
"Hay grandes grupos económicos que están exportando en dólares y pagan servicios en pesos, que tiene que ser readecuada (...) Para la mayor parte de la sociedad argentina no porque ha hecho esfuerzos muy grandes", indicó.
Las concesionarias de servicios públicos reclaman al Gobierno un aumento de tarifas, que permanecen congeladas desde inicios de 2002 por la crisis económica, por considerar que con los actuales ingresos no pueden sostener la calidad de los servicios.
Las autoridades argentinas sólo están dispuestas a discutir los ajustes dentro de la renegociación de los contratos de concesión, un proceso en marcha que incluye analizar la capacidad de pago de los usuarios, la rentabilidad de las empresas y el cumplimiento de las inversiones comprometidas.
En el programa al que acudió con su esposa, la senadora Cristina Fernández, Kirchner también respondió una pregunta sobre el ex presidente Carlos Menem (1989-1999), de quien dijo que espera que nunca vuelva a ocupar el cargo de primer mandatario del país.
"Espero que no (vuelva). Creo que la Argentina no puede volver para atrás. Los argentinos tienen muy buena memoria y hay que construir a futuro (...) Tuvo cosas que me parecieron correctas aunque con el 90 por ciento de las cosas (que hizo) no estuve de acuerdo", afirmó el gobernante.
Por último, Kirchner se refirió al ex presidente Fernando de la Rúa (1999-2001), quien estos días afronta un escándalo por haber sido el supuesto responsable político de sobornar a senadores para aprobar una ley de reforma laboral que impulsaba su Gobierno.
De la Rúa culpó esta semana al programa humorístico de televisión "VideoMatch" de haber empezado la crisis de su Gobierno cuando difundió una imagen negativa suya.
"Mucho más herido que él (De la Rúa) están los argentinos", dijo Kirchner en alusión a su gestión, que debió terminar anticipadamente en diciembre de 2001 en medio de un estallido social, cuyo segundo aniversario se cumple mañana y que dejó una treintena de personas muertas.
