BEIJING.- Representantes de China y Estados Unidos celebraron hoy, sábado, nuevas consultas para la convocatoria de una segunda ronda de negociaciones multipartitas sobre la crisis nuclear coreana en enero o febrero del año próximo en Beijing.
El enviado del Departamento de Estado de EE.UU. Joseph DeTrani mantuvo sendas reuniones con Wang Yi, viceministro chino de Asuntos Exteriores, y Fu Ying, director del departamento de Asuntos Asiáticos de la Cancillería.
La visita del funcionario estadounidense forma parte del intercambio de visitas habitual en los últimos meses entre los seis países implicados en las negociaciones: China, Estados Unidos, ambas Coreas, Rusia y Japón.
Mientras DeTrani es considerado el experto en Corea del departamento norteamericano de Estado, Wang encabezó la delegación china en la primera y fallida ronda de conversaciones multipartitas celebrada en Pekín en agosto pasado.
Según los analistas, un nuevo retraso en la celebración de la segunda ronda de conversaciones a seis bandas -Pekín esperaba acoger la cumbre este año- podría provocar un definitivo enquistamiento del conflicto nuclear.
China mantiene la necesidad de celebrar un nuevo encuentro exploratorio "lo antes posible", ante el temor de que el crudo invierno deteriore la situación alimentaria en Corea del Norte y provoque el consiguiente endurecimiento de la retórica contra Washington.
La decisión de Libia de renunciar a la posesión de armas de destrucción masiva fue probablemente abordada durante las consultas sino-estadounidenses, ya que Pekín es firme partidario del diálogo y no de la presión en materia de proliferación.
En cambio, el presidente estadounidense, George W. Bush, aprovechó la renuncia libia para advertir a otros países -Corea del Norte e Irán- de que en este asunto únicamente caben dos opciones: congelar sus programas de destrucción masiva o atenerse a las consecuencias
Al parecer, Washington rechazó hace unos días las exigencias de Pyongyang en relación a su exclusión de la lista de los países que apoyan el terrorismo y la suspensión de las sanciones económicas y militares.
El régimen estalinista exigía también a Estados Unidos, Japón y Corea del Sur la reanudación del suministro de combustible y energía eléctrica para hacer frente a su precaria situación.
Fuentes del Gobierno estadounidense desvelaron hoy que Libia ha reconocido haber cooperado en el desarrollo de misiles Scud con Corea del Norte, régimen que tiene en el comercio de armas su principal fuente de divisas.
La actual crisis nuclear estalló hace un año cuando las autoridades de Corea del Norte reconocieron a funcionarios estadounidenses la existencia de un programa nuclear secreto, en violación del Acuerdo Marco suscrito por ambos países en 1994.