ROMA.- La tunecina Farida Bentiwa, de 42 años, presunta miembro de una célula terrorista que reclutaba kamikazes en Milán y el norte de Italia, para cometer atentados en Irak, ha sido detenida en el aeropuerto milanés de La Malpensa, informaron hoy fuentes oficiales.
Bentiwa fue detenida anoche cuando acababa de llegar de su país y pretendía trasladarse a su casa de Padua, en el norte italiano.
No puso resistencia cuando fue arrestada por varios policías, que la trasladaron a la cárcel milanesa de San Vittore, donde ha sido interrogada hoy.
La norteafricana logró escapar el pasado 28 de noviembre, cuando la policía italiana detuvo en un operación antiterrorista a tres miembros del grupo, un marroquí, un argelino y un tunecino.
Esa operación permitió también que la policía alemana arrestara ese mismo día en Hamburgo al supuesto cerebro de la célula, el argelino Mhjoub Abderrazak, que vive en Alemania legalmente desde 1999 tras casarse con una ciudadana alemana y al que se seguía la pista desde hace tiempo.
Abderrazak ya había sido detenido el pasado 25 de julio en la misma ciudad de Hamburgo y puesto en libertad un mes después al no haberse podido probar la acusación que pesaba sobre él de planear atentados en la Costa del Sol, en el sureste de España.
A este activista, conocido como el "jeque", le consideran los investigadores italianos un personaje relevante del grupo Al Tahwid, organización cercana a Al Qaida dirigida por el emir Abu Musab Al Zarkawi.
La tunecina Bentiwa está acusada de haber dado cobertura a la célula terrorista. Según los investigadores, escondió dinero y documentos del grupo.
Según los servicios secretos italianos, al menos cinco kamikazes provenientes de Italia se han inmolado en Irak, entre ellos un tunecino llamado Rihani Lofti y un marroquí identificado como Morchidi Kamal.
A este último se le atribuye el atentado con coche bomba cometido en octubre pasado contra el hotel Rashid de Bagdad, donde estaba en ese momento el subsecretario de Defensa estadounidense Paul Wolfowitz.