BUENOS AIRES.- Mañana, lunes, entra en vigencia la "ley seca" en la ciudad de Buenos Aires, una norma que impide la venta de bebidas alcohólicas en los kioscos porteños.
A raíz de esta medida dictada por el gobierno porteño, más de 15.000 comercios se verán afectados ya que no podrán vender bebidas como cerveza y vino.
El objetivo del jefe del gobierno de Buenos Aires, Aníbal Ibarra, es poner fin a un hábito que en los últimos años han adoptado los jóvenes que se reúnen en los kioscos para beber o comprar bebidas alcohólicas que van a tomar a las plazas y otros paseos de la capital argentina.
La Legislatura porteña aprobó un decreto "de necesidad y urgencia" firmado por Ibarra el 3 de diciembre que impondrá la veda de alcohol para los kioscos en las próximas horas.
El Legislativo porteño votó hace dos meses una norma similar, pero Ibarra la vetó porque no incluía sanciones para los infractores y dictó un decreto que castiga con la clausura a aquellos kioscos que expendan bebidas alcohólicas.
La nueva norma establece además que restaurantes y bares tampoco podrán vender bebidas alcohólicas entre las 23 horas y las 8 horas, salvo que sean consumidas en el interior de los locales o sean enviadas a domicilios.
Las sanciones establecidas para quienes no cumplan con la "ley seca" se sitúan entre los 300 y los 10 mil pesos (entre 100 y 3.000 dólares), además de la confiscación de este tipo de bebidas.