WASHINGTON.- La detección de un posible caso de "vacas locas" en una res en el estado de Washington encendió las alarmas entre el Gobierno y la poderosa industria ganadera de EE.UU., que se han apresurado a tomar medidas de precaución.
En una rueda de prensa organizada precipitadamente, la secretaria de Agricultura de EE.UU., Ann Veneman, reconoció que dieron positivo los resultados preliminares de los análisis en una vaca de la raza Holstein.
Ahora será necesario esperar entre tres y cinco días para conocer los resultados definitivos.
Si se confirman las sospechas, se tratará del primer caso en Estados Unidos de Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), la enfermedad conocida vulgarmente como "mal de las vacas locas".
El animal afectado se encontró en una granja en las cercanías de Mabton, un pueblo de 1.800 habitantes en el estado occidental de Washington, indicó Veneman, quien explicó que la res fue sacrificada.
Las autoridades del Departamento de Agricultura tratan de establecer qué fue de los restos de la vaca, cuya carne al parecer fue a parar a dos plantas procesadoras, indicó.
Según la secretaria de Agricultura, su departamento ha abierto "una investigación de esas plantas para determinar a dónde pudieron ir a parar los restos del animal".
Veneman insistió en que los restos que podrían resultar más contagiosos, como la médula espinal, el cerebro o el tuétano, no han entrado en la cadena alimenticia y "confiamos en la seguridad para la salud humana de nuestros suministros de comida".
La secretaria de Agricultura indicó que "se han tomado todas las medidas de precaución apropiadas" para evitar que la enfermedad se extienda.
La granja de donde procedía la res, a la que se examinó el pasado día 9, ha quedado en cuarentena a la espera de que laboratorios especializados en la enfermedad en el Reino Unido confirmen los resultados.
El anuncio del Departamento de Agricultura ha causado preocupación en el influyente sector ganadero de EE.UU., que vive una época dorada de ventas gracias a la popularidad en este país de dietas que recomiendan el consumo de proteína en perjuicio de los carbohidratos.
Sin embargo, la Asociación Nacional de Ganaderos de Vacuno expresó su esperanza de que las exportaciones -en especial a Japón y Corea del Sur, dos grandes compradores de carne estadounidense- no se vayan a ver afectadas.
El Gobierno japonés decidió la víspera en Tokio prohibir la importación de carne de vacuno de Estados Unidos, como ya lo hiciera con Canadá al descubrirse en mayo pasado un caso similar.
La detección de casos de EEB en el ganado británico, y el reconocimiento por Londres en 1995 de un posible vínculo entre esta enfermedad y su equivalente humano, el mal de Creutzfeldt-Jakob, causó serios reveses al sector en toda Europa en esa época.
En el Reino Unido se calcula que más de un centenar de personas han muerto por esta variante de la enfermedad de Creutfeldt-Jakob (ECJ). <
Entre 1986 y el año pasado Londres confirmó 181.376 casos de EEB en su ganado, algo que le obligó a sacrificar 3,7 millones de reses.
En plena crisis de las "vacas locas", la Unión Europea prohibió las exportaciones de vacuno británicas a todo el mundo.
Y no son solamente los ganaderos quienes se pueden ver afectados: cadenas de restaurantes como McDonalds registraron drásticos descensos de ventas en Europa durante la crisis.
Canadá confirmó el pasado día 20 de mayo la detección de un caso de EEB en una vaca en la provincia de Alberta, lo que hizo que numerosos países suspendieran sus importaciones de carne de vacuno canadiense como precaución.