BAGDAD.- La situación en Irak no registró tregua pese a la Navidad y dejó un nuevo saldo de tres soldados estadounidenses y varios iraquíes muertos este miércoles, mientras Bagdad fue sacudida en la noche por una fuerte explosión presuntamente debida a un cohete que impactó en dos hoteles donde se alojan numerosos occidentales.
El Ejército estadounidense afirmó que se trató de una explosión en el centro de la ciudad, mientras que un testigo comentó que un cohete había sido disparado desde un automóvil contra el perímetro de los hoteles Sheraton y Palestina que se encuentran bajo estrecha vigilancia del ejército estadounidense.
El proyectil erró su blanco y cayó detrás del hotel Sheraton, según los empleados del establecimiento.
Pero los guardias de seguridad apostados delante de un club deportivo cercano, al-Alwiya, afirmaron que una de las plantas superiores del Hotel había sido alcanzada. De momento, se desconoce si hubo víctimas.
Varios obuses de mortero fueron disparados por la noche contra la principal base estadounidense en el aeropuerto de Kirkuk, a 255 Km. al norte de Bagdad, indicó un oficial de la fuerza iraquí que se encontraba en el exterior de la base.
Según el capitán Jairalá Hassán, comandante de la fuerza de protección del aeropuerto, se oyeron explosiones de obuses de mortero a partir de las 20H30 locales (17H30 GMT) en la zona del aeropuerto.
Desde hace 24 horas, el Ejército estadounidense lleva adelante una operación llamada "puño de hierro" contra la guerrilla en el sur de Bagdad, sobre la base de informaciones obtenidas del capturado ex presidente iraquí Saddam Hussein.
Más de 70 personas fueron arrestadas desde el lunes por las fuerzas de la coalición en la capital y en el norte del país, entre ellos Cheikh Ghazi Hanach, un allegado del ex número dos del régimen Ezzat Ibrahim, quien permanece prófugo y es acusado de coordinar los ataques guerrilleros.
Por la mañana tres soldados estadounidenses resultaron muertos por la explosión de una bomba al paso de su convoy en Samarra (120 kilómetros al norte de Bagdad). Con estas muertes ya suman 204 los soldados estadounidenses abatidos desde el anuncio el 1 de mayo del fin de las operaciones mayores.
En la ciudad kurda de Erbil (norte), cuatro personas murieron, además del kamikaze y 101 resultaron heridas en un atentado suicida cerca de la sede del ministerio del Interior atribuido por un responsable kurdo a "elementos venidos del extranjero".
En Bagdad un civil resultó muerto y otros tres heridos en la explosión de una bomba al paso de un autobús, según la Policía.
Un policía iraquí murió el martes mientras participaba con el ejército estadounidense en una operación de registro en Mosul, en el norte de Irak, y otro iraquí murió al ser alcanzado por disparos de los soldados norteamericanos cuando intentaba huir, indicó un comunicado estadounidense.
Según la nota de la 101ª división estadounidense aerotransportada, hubo un tiroteo mientras registraban una casa sospechosa, en el que murió un policía iraquí y otros dos resultaron heridos.
Por la mañana, una bomba estalló al paso del coche blindado del consejero del ministerio de Ciencia y Tecnología, que salió indemne del atentado, según la Policía.
La coalición militar internacional dirigida por Estados Unidos llamó a sus empleados a reforzar la vigilancia por temor a un recrudecimiento de los ataques durante el período de Navidad y recomendó evitar los desplazamientos no esenciales.
Debido al clima de inseguridad en Bagdad, la misa de medianoche fue anulada por primera vez este año y reemplazada por un oficio religioso que se celebró por la tarde.