BEIJING.- El más grave accidente de gas en la historia de China mató al menos a 191 personas e intoxicó a más de 10.000, de las que 39 se encuentran en estado crítico, informaron hoy las autoridades.
Un intento por sellar el pozo aún ardiente de donde sale el gas venenoso en la región china de Chongqing, en el suroeste del país, fue pospuesto hasta el sábado. Un equipo especial del Ejército Popular llegó hoy al lugar con equipo y vehículos para tapar el agujero con lodo.
El equipo de 76 personas del Ejército, procedente de Chengdu, fue escogido por sus conocimientos químicos y de perforación. La televisión estatal señaló que los militares están seguros de que lograrán tapar el pozo excavado para la obtención de gas.
Entre las 191 víctimas mortales confirmadas figuran 39 niños menores de diez años y 46 personas mayores de 60, según China News Service.
El accidente se produjo el martes en los trabajos de excavación en el pozo de Chuandongbei, en la ciudad de Kaixian. El pozo, cuyas reservas se estiman en hasta 60 millones de toneladas, es conocido por sus gases venenosos concentrados.
Durante trabajos de excavación se produjo repentinamente una letal combinación de gases, y la nube que se formó se diseminó rápidamente a las localidades en las inmediaciones.
Muchas de las víctimas sufren dolores de estómago, mareos, vómitos, tos y conjuntivitis. Todas las personas que respiraron los venenosos gases en una alta concentración murieron de inmediato, afirmaron fuentes médicas.
El centro de crisis de Kaixan informó que 740 personas han sido ingresadas en los hospitales de la región. Aunque más de 200 fueron dadas de alta este mismo viernes, otras 479 permanecen internadas, 39 en estado crítico, dijo el portavoz del centro, Xiao Linbing.
El vocero cifró el número de víctimas mortales en 191. Durante la noche, la agencia de noticias estatal Xinhua había elevado la cifra a 193, pero posteriormente corrigió el número a 191. "Las cifras son muy poco claras", dijo.
Los periódicos mostraron imágenes de niños con los ojos hinchados por quemaduras. El peligro no parece haber pasado por completo, según la policía, incluso aunque se prendió fuego al pozo el miércoles para acabar con la tóxica combinación de gases, principalmente ácido sulfhídrico.
En un radio de cinco kilómetros del lugar del accidente fueron evacuados 41.000 habitantes desde que se produjo el hecho el martes por la noche. Según se informó, se vieron afectados 28 pueblos. Xinhua indicó que se han creado refugios temporales para las víctimas.
Las autoridades señalaron que el accidente tuvo dimensiones tan graves por el momento en que se produjo -cuando la mayoría de la gente estaba durmiendo- y por la alta concentración de gas venenoso.
"Malas condiciones de transporte y comunicaciones impidieron la evacuación a tiempo de todas las personas en los territorios cercanos", afirmó el vicealcalde de Chongqing, Wu Jianong.
"Sólo cuando redujimos la concentración de gas, en la medida en que hicimos arder el venenoso ácido sulfhídrico el miércoles por la tarde, pudimos activar equipos de rescate para llegar al lugar del accidente", dijo Wu.
Informes de prensa señalan que las operaciones se conducían de manera normal antes del accidente, cuando el gas explotó de golpe y formó una nube tóxica. El jefe de la compañía extractora, la China National Petroleum Corporation (CNPC) aseguró que en todos los yacimientos se realizan controles de seguridad y que la catástrofe pudo producirse por problemas en el equilibrio de la presión de los taladros.
El Presidente chino, Hu Jintao, ordenó a las autoridades locales hacer todo lo posible por acelerar la búsqueda y rescate de los afectados y a evitar que sigan propagándose los gases tóxicos.
