SAN FRANCISCO.- A raíz de deslizamientos de barro causados ayer por una fuerte lluvia murieron al menos dos personas en el sur de California, en donde los trabajadores de rescate se encontraban hoy luchando para hallar a al menos otras 10 personas que permanecen aún atrapadas en el campamento de una iglesia.
Los dos cuerpos fueron hallados por los rescatistas, dijo en conferencia de prensa Chip Patterson, del departamento del sheriff del condado de San Bernardino.
"No sabemos si se trata de víctimas que estaban acampando en el lugar que fue arrasado", dijo Patterson. "Proseguimos en forma diligente con nuestra búsqueda de sobrevivientes, y ésa es una posibilidad real".
Esa dependencia despachó a 65 rescatistas y un equipo de perros sabuesos para buscar sobrevivientes en el rocoso terreno.
Entre las seis y diez personas que se estiman desaparecidas se encuentra el cuidador del campamento, que pertenece a la diócesis de San Bernardino de la Iglesia Ortodoxa Griega.
Cincuenta y dos personas fueron rescatadas en un lugar cercano que fue afectado por otro alud de barro. Las autoridades creen que todas las personas en ese sitio lograron ser puestas a salvo.
También hubo residentes de San Bernardino que quedaron atrapados en sus casas, pero la mayoría de ellos fueron contactados por teléfono y dijeron que se encuentran fuera de peligro. El barro cubrió puentes y calles en el área, lo que dificultó los esfuerzos de rescate.
A raíz de la tormenta que desató la tragedia en el condado de San Bernardino cayeron unos 20 centímetros cúbicos de agua. Esta es la primera vez en 20 años que llueve en el sur de California durante la Navidad, apuntó el "Los Angeles Times".
El área fue devastada en octubre pasado por incendios que dejaron al descubierto las raíces de los árboles y destruyeron la vegetación que cubría el suelo del bosque, haciéndolo susceptible a los aludes de barro.
Las autoridades y el servicio meteorológico advirtieron acerca de la posibilidad de que se produzcan nuevos deslizamientos, y algunas personas fueron evacuadas de sus casas como medida de precaución.
Tracey Martínez, portavoz del departamento de bomberos de San Bernardino, declaró a la cadena de noticias CNN que ese condado había lanzado numerosas advertencias sobre posibles inundaciones, aludes de barro y deslizamientos rocosos antes de la devastación del jueves.
Martínez precisó que el barro alcanza una profundidad de cinco metros en algunos lugares. El alud arrastró también grandes rocas, árboles de hasta 12 metros de altura y dos edificios, incluyendo uno que se cree estaba habitado.
"No hay nada que retenga las raíces de los árboles, y simplemente están cayendo", dijo Martínez, quien explicó que por esta razón la superficie de la montaña se encuentra semidesnuda.