BUENOS AIRES.— La fuerte tormenta de agua, granizo y vientos huracanados que asoló a la provincia argentina de Córdoba dejó cuatro muertos, dos desaparecidos, 90 heridos y unos 500 evacuados, informó hoy el gobierno local.
A la tormenta se sumó un aluvión de lodo, piedras y troncos que destruyó un complejo turístico ubicado al norte de Córdoba, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires.
La municipalidad informó en un comunicado que aunque bomberos y personal de Defensa Civil "lucharon para tratar de proteger los comercios instalados en el complejo turístico, los más de 100 milímetros caídos en una hora, convertidos en un aluvión de piedras y troncos quemados, arrasaron con los locales volteando paredes y llevando toda la mercadería a su paso".
En otras zonas de la provincia el agua provocó graves inundaciones que afectaron barrios completos y ocasionaron el desborde de canales y ríos.
Los mayores daños fueron provocados por un tornado con ráfagas de viento de hasta 150 kilómetros por hora que se abatió sobre el oeste de la capital provincial y destruyó viviendas enteras y causó la caída de paredes y techos.
Tres de las víctimas fatales -un hombre de 60 años, una mujer de 45 y un pequeño de un año y ocho meses- fallecieron al derrumbarse sus casas.
El vicegobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, prometió que el gobierno provincial se encargará de reconstruir las viviendas destruidas. Por el momento, agregó, se otorgará a los damnificados un subsidio especial equivalente a un alquiler de una propiedad similar a la que habitaban.
Al mediodía del sábado muchos barrios continuaban sin luz, servicio que quedó interrumpido por la caída de árboles que destruyeron el tendido eléctrico.