WASHINGTON.- Las autoridades de EE.UU. procuran determinar hoy si hay más casos del mal de las "vacas locas", tras detectarse la enfermedad en una res importada de Canadá que ha afectado gravemente a las exportaciones cárnicas estadounidenses.
Mientras los ganaderos, procesadores de carne y exportadores calculan cuánto les costará este caso, por ahora aislado, las autoridades han asegurado a la población que es improbable que haya un contagio humano por el consumo de carne vacuna.
El mal de las "vacas locas", como se denomina popularmente a la Encefalopatía Espongiforme Bovina (EEB), afecta al cerebro de las reses. Los humanos pueden contraer una variante de esa enfermedad, la de Creutzfeldt-Jakob, que está relacionada con el consumo de productos cárnicos infestados.
Desde que a mediados de la década anterior un brote del mal de las "vacas locas" devastó la ganadería británica, se han registrado 153 casos de contagio humano en todo el mundo.
El veterinario principal del Departamento estadounidense de Agricultura, Ron DeHaven, dijo que la vaca infectada probablemente llegó a Estados Unidos con un lote de 74 reses importadas desde el estado de Idaho a la provincia de Alberta, en Canadá, en 2001.
El período de gestación del mal es de cuatro a cinco años y DeHaven dijo que se procura determinar el paradero de las otras reses que llegaron en el mismo lote.
La res enferma detectada esta semana en Estados Unidos es una vaca lechera Holstein que estaba en una granja del estado de Washington.
Tras confirmarse el caso, dos docenas de los principales importadores de carne estadounidense prohibieron ese producto en sus mercados.
En mayo pasado las autoridades canadienses dieron cuenta de un solo caso de "vaca loca" en una res Black Angus en Alberta, y la noticia causó pérdidas de casi 2.000 millones de dólares a la ganadería y la industria cárnica canadiense.
En Ottawa, el director nacional de veterinaria de Canadá, Brian Evans, dijo el sábado que es "demasiado temprano para llegar a conclusiones firmes" sobre el origen de la res enferma en Estados Unidos, y señaló que se ha solicitado a Washington pruebas de ADN para determinar si procede de ese país.
El Gobierno del presidente George W. Bush envió el sábado una misión de expertos a Japón que mantendrán conversaciones con las autoridades de ése y otros países asiáticos para explicarles los procedimientos sanitarios de Estados Unidos.
El caso de la "vaca loca" se insertó, incluso, en el debate preelectoral con miras a los comicios presidenciales de noviembre de 2004, cuando el demócrata Howard Dean criticó al Gobierno de Bush por su manejo del asunto.
Según Dean, uno de los nueve políticos que buscan la candidatura presidencial del Partido Demócrata, el Gobierno no ha actuado con la firmeza necesaria para establecer un sistema que permita determinar rápidamente el origen de una res enferma, e imponga la cuarentena a otros animales que hayan estado en contacto con ese bovino.
"Lo que necesitamos en este país es un mecanismo de rastreo instantáneo", agregó Dean, quien sostuvo que tal sistema debió implantarse en EE.UU. desde que la epidemia se extendió en el Reino Unido.