WASHINGTON.- El gobierno estadounidense dijo el lunes que había comenzado a ordenar a aerolíneas extranjeras que coloquen guardias armados en algunos vuelos hacia y desde Estados Unidos, en un intento por impedir ataques terroristas.
"Le estamos pidiendo a las aerolíneas internacionales que tomen esta acción de protección como parte de nuestro esfuerzo actual a fin de que los viajes aéreos sean seguros tanto para estadounidenses como para visitantes", indicó en una declaración Tom Ridge, secretario del Departamento de Seguridad Interna.
"He dicho que tomaremos medidas específicas para incrementar la seguridad cuando sea necesario, y con esta acción estamos haciendo justamente eso", agregó.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS por sus siglas en inglés) dijo que la medida entró en vigor el domingo bajo enmiendas de emergencia a las regulaciones federales para la aviación.
"Ahora a las aerolíneas internacionales, donde sea necesario, se les exigirá colocar en vuelos designados oficiales armados, entrenados, de las agencias gubernamentales de la ley, como una medida de protección adicional", dijo la declaración del DHS.
Algunos países ya han colocado oficiales en vuelos hacia, desde o sobre Estados Unidos. Las nuevas medidas le conceden al DHS autoridad para exigir oficiales de seguridad en aviones internacionales que viajen por el espacio aéreo estadounidense.
El día de Navidad y la víspera fueron cancelados seis vuelos de Air France entre París y Los Angeles debido a preocupaciones de los servicios de inteligencia estadounidenses.
Las autoridades francesas detuvieron a 13 personas que habían reservado en esos vuelos pero luego las liberaron al no hallar que tuvieran vínculos con grupos radicales.
La declaración del DHS dijo que Estados Unidos continuaría realizando chequeos de pasajeros y tripulantes que entren y salgan del espacio aéreo del país. También repitió la preocupación por la posibilidad de que Al Qaeda pueda intentar usar aviones comerciales en nuevos ataques.
Esa organización liderada por Osama Bin Laden es culpada de los atentados del 11 de septiembre del 2001, en los que aviones comerciales secuestrados fueron dirigidos contra el World Trade Center en Nueva York y el Pentágono en Washington, y mataron a unas 3.000 personas.
Alegando un alza en las comunicaciones interceptadas sobre un posible ataque durante el período de Navidad, el gobierno estadounidense subió el 21 de diciembre su alerta de terrorismo al segundo nivel más elevado, advirtiendo a sus ciudadanos de un "alto" riesgo de ataques terroristas.