SAN SEBASTIÁN.- La Audiencia de Guipúzcoa (norte) juzgará mañana, miércoles, a un hombre de 92 años para el que la Fiscalía pide penas que suman once años y medio de prisión por violar y abusar sexualmente de una anciana de 76 aprovechando que la mujer se quedaba sola en su domicilio.
El juicio por estos hechos, ocurridos presuntamente desde el año 2000 hasta julio de 2001, debía haberse celebrado el pasado 26 de mayo en la Sección Primera de la Audiencia de Guipúzcoa, aunque la vista fue suspendida porque el acusado no acudió a declarar debido a una indisposición.
Según el escrito de conclusiones provisionales del fiscal, al que tuvo acceso EFE, en las fechas citadas el imputado acudía una vez por semana, o cada quince días, al caserío (vivienda típica del País Vasco) de la víctima con la excusa de comprarle pan “aprovechando que se encontraba sola”.
El texto del Ministerio Público aclara que, en estas situaciones, el acusado abordaba a la mujer en la cocina y la “arrinconaba” contra una pared o la mesa, “le levantaba la ropa” y le quitaba sus prendas íntimas, al tiempo que él se bajaba los pantalones, se frotaba contra ella y le practicaba diversos “tocamientos”.
El escrito de la acusación pública, precisa que en otras ocasiones el hombre arrastraba a la anciana hasta la habitación y “tendiéndola en la cama la penetraba”.
Para ello, el acusado “se valía de su fuerza física y del terror” que infundía a la mujer, “a la que en todo momento aseguró que la mataría si decía algo” de lo que sumió a la agredida “en un estado de pánico que le impedía contar nada” porque creía que el procesado “era capaz de llevar a cabo lo que decía, dado el carácter agresivo y violento de éste”.
El fiscal considera que estos hechos son constitutivos de dos delitos continuados de agresión sexual por los que reclama penas que suman once años y medio de cárcel, y pide que el acusado indemnice a su víctima con 6.000 euros “por el daño moral y psicológico” sufrido.
La acusación particular, por su parte, demanda 16 años de prisión y una indemnización de 12.000 euros, mientras que la defensa pide la absolución al considerar que las relaciones sexuales fueron consentidas por ambas partes.
