LA PAZ.— El movimiento autonomista de Santa Cruz, que lideran grupos cívicos y empresariales de esa región del oriente boliviano, aceptaron levantar una huelga de hambre que sostenían desde hace más de una semana pero mantienen su amenaza de designar este viernes a un gobierno regional.
En tanto, dirigentes de Tarija, departamento situado al sur, llamaron a una marcha ese mismo día para respaldar a Santa Cruz y reclamar por su autonomía.
"Vamos a organizar una marcha de manera simultánea con Santa Cruz y demandar medidas concretas en el camino de la autonomía", dijo a la prensa el dirigente cívico Roberto Ruiz.
La suspensión del ayuno que cumplían más de un centenar de personas en la ciudad de Santa Cruz fue posible gracias a la mediación del cardenal Julio Terrazas.
En La Paz una comisión de la Iglesia Católica y otra de legisladores busca hoy abrir negociaciones entre el gobierno y los líderes de la protesta.
Según fuentes vinculadas a la Iglesia, los obispos buscan una reunión entre el presidente Carlos Mesa y el movimiento de Santa Cruz para hallar una salida a la crisis.
Por su parte, Mesa ha vuelto a insistir en que el espacio para discutir las autonomías será la Asamblea Constituyente convocada para al segundo semestre del año.