MIAMI.- Un estadounidense de 15 años fue declarado culpable hoy del asesinato de sus abuelos en 2001, pese a que intentó justificar el crimen por el uso de un antidepresivo que supuestamente le hizo perder el control, según alegaron sus abogados.
Tras 11 días de juicio, un jurado de Charleston (Carolina del Sur) halló culpable a Christopher Pittman por el asesinato en primer grado de sus abuelos Joe y Joy Pittman, cuando el adolescente tenía 12 años de edad. La lectura del veredicto fue transmitida por la televisión estadounidense.
El joven enfrenta ahora un mínimo de 30 años en prisión hasta cadena perpetua. La defensa de Pittman alegó que el joven era una persona pacífica antes de comenzar a tomar el antidepresivo Zoloft en 2001, y expertos testificaron en la sala que este medicamento puede volver psicótica y agresiva a una persona.
Según los abogados defensores, el asesino escuchaba voces que le ordenaban matar cuando le disparó con una escopeta a su abuelo y a su abuela en noviembre de 2001.
Sin embargo, los argumentos no convencieron al jurado, que emitió su veredicto un día después de los argumentos finales y tras escuchar a más de 40 testigos.
El adolescente, abandonado por su madre cuando nació, tuvo tendencias suicidas y antes de los hechos estuvo internado en un centro psiquiátrico en donde comenzó a ser tratado con antidepresivos.
Según la fiscalía, Pittman confesó los asesinatos y dijo que sus abuelos merecían morir, después de una pelea con ellos porque agredió a un compañero de escuela el mismo día de los crímenes.
En principio el joven dijo que había sido secuestrado y que otra persona mató a sus abuelos. La fiscalía utilizó esos argumentos para alegar que los asesinatos se cometieron con premeditación y alevosía.
El pasado mes de octubre la oficina estadounidense de Drogas y Alimentos (FDA) ordenó la colocación de claras advertencias en empaques de antidepresivos, afirmando que existe un riesgo de suicidio entre jóvenes tratados con éstos.
La orden se basó en una serie de ensayos clínicos sobre 4 mil jóvenes realizados por los fabricantes de cinco antidepresivos permitidos en Estados Unidos.
