San José.- El sacerdote católico Enrique Delgado, acusado de nueve cargos de abusos deshonestos en perjuicio de tres menores de edad, se declaró inocente hoy, martes, en el comienzo del juicio que se efectúa en un tribunal de Costa Rica.
Los hechos supuestamente ocurrieron durante 2002 en la casa del religioso costarricense, donde reunía a los jóvenes, quienes en ese entonces tenían entre 15 y 16 años de edad, para supuestamente realizar labores en programas de ayuda sociales.
En la acusación se detallaron los presuntos abusos y se dio a conocer que aparentemente el sacerdote dio dinero a los jóvenes para que regresaran a su casa y permitieran que les acariciara sus partes íntimas.
"Confío en Dios y sé que todo saldrá bien. En este momento me embarga la tranquilidad de saber que no he cometido ningún delito", aseguró Delgado a periodistas en las afueras de la sala de juicios.
Rafael Gairaud, abogado defensor del sacerdote, expresó que en este juicio "hay acciones civiles por sumas cuantiosas", que no detalló, de parte de las víctimas, por lo cual se está reproduciendo una situación similar "a casos que se han dado en otros países como Estados Unidos contra la iglesia".
El proceso contra Delgado se lleva a cabo en un tribunal de la provincia de Alajuela, 20 kilómetros al noroeste de San José, y contará con el testimonio de 19 personas.
El líder católico, quien fue acusado formalmente el 14 de noviembre de 2003, fue cesado de su cargo como sacerdote de la iglesia de Alajuela el 3 de marzo de 2004.
El sacerdote dirigía una actividad de oración llamada "La hora santa" que era transmitida por televisión y en la cual, según los fieles, hacía milagros como la cura de enfermedades y la resolución de problemas personales.
