YAKARTA.- Indonesia ultima el plan maestro para la reconstrucción de la provincia de Aceh cuando se cumplen tres meses de la catástrofe, mientras el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) inicia una retirada prematura del territorio.
El vicepresidente de Indonesia, Yusuf Kalla, entregó hoy el borrador de doce volúmenes a las autoridades acehnenses y anunció que el plan maestro definitivo será redactado en Yakarta antes de finales de abril y después de nuevas consultas con la población acehnense.
El ministro coordinador de Bienestar Social, Alwi Shihab, manifestó que las consultas finales son necesarias para evitar que "el plan maestro vaya en una dirección y la gente de Aceh en otra".
Gran parte de la sociedad acehnense ha criticado de manera más o menos abierta la actuación gubernamental y ha reiterado su deseo de que los cooperantes extranjeros permanezcan en el territorio.
En un primer momento, el gobierno de Yakarta anunció que Indonesia aceptaría ayuda humanitaria foránea durante los tres meses de la fase de emergencia pero más tarde anunció que contaría con organizaciones internacionales también en la fase de reconstrucción.
Sin embargo, el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), inició hoy su retirada prematura de la provincia tras declarar que el Gobierno no ha respondido a su propuesta para participar en el proceso de reconstrucción.
"Hemos estado hablando con el Gobierno y nuestra impresión es que no nos consideran entre las agencias más necesitadas", declaró a la prensa la portavoz de ACNUR, Marie-Helene Verney.
"Es cierto que teníamos un programa de seis meses", dijo Verney, que añadió que la agencia se muestra decepcionada de tener que irse pero que las relaciones con las autoridades indonesias "han sido muy buenas".
Fuentes humanitarias apuntan, no obstante, que el diálogo entre ambas partes ha sido conflictivo y que la retirada de ACNUR se debe a motivos políticos.
El ACNUR mantiene una difícil relación con las autoridades indonesias desde el referéndum de independencia en Timor Oriental en 1999, envuelto en violentos enfrentamientos que obligaron a más de 100.000 timorenses a buscar refugio fuera de las fronteras del nuevo país.
El hecho de que uno de los campos de trabajo de ACNUR sea la oferta de asilo político inquieta a las autoridades indonesias ya que Aceh arrastra un conflicto separatista desde hace tres décadas en el que se han denunciado flagrantes violaciones de los derechos humanos por parte de las tropas gubernamentales.
"Ellos tienen tareas especiales, incluyendo acoger a la gente que solicita asilo político. ¿Son estas organizaciones adecuadas para Aceh? La gente aquí no está solicitando asilo", dijo Shihab a la prensa.
A diferencia de ACNUR, la mayoría de organizaciones humanitarias en Aceh que tenían previsto continuar durante la fase de reconstrucción se han acogido a la extensión general ofrecida por el gobierno hasta el próximo mes.
La coordinadora de la organización Médicos del Mundo en Aceh, Cristina Miñana, declaró por teléfono a EFE que seguirán en este lugar durante los próximos meses, "hasta que todo vuelva a funcionar con normalidad".
Miñana señaló que han encontrado "muy buena predisposición a nivel local y regional", por lo que creen que obtendrán nuevas extensiones temporales.
El centro médico gestionado por Médicos del Mundo se ha convertido en el hospital de referencia de Calang, en la costa occidental de Aceh.
Concluida la fase de emergencia, el equipo español ha integrado a personal médico y de enfermería local para la progresiva normalización de los servicios sanitarios.
"La situación ha mejorado mucho. Ya tenemos laboratorio y trabaja un técnico local y hemos puesto en marcha el centro de atención de tuberculosis", destaca el médico malagueño José Manuel Muñoz.
Las olas gigantes del pasado 26 de diciembre provocaron la muerte o desaparición de más de 220.000 personas y cerca de 400.000 desplazados y la sociedad internacional se volcó en una respuesta sin precedentes que todavía tiene por delante una ardua tarea.
