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¿Cuánto dinero tiene el Papa?: Las secretas finanzas del Vaticano

Es un tema que todos quisieran saber, pero del que no existe información exacta. Más aún cuando el Papa Juan Pablo II no dejó propiedad alguna en su testamento, a pesar de que se sabe que el patrimonio del Vaticano es muy valioso.

11 de Abril de 2005 | 12:02 | DPA
ROMA.- Opulento y pomposo. Ésa es la sensación que da el Vaticano en sus misas y ceremonias. La Basílica de San Pedro y otras iglesias en Roma parecen rebosar oro, los tesoros están bien dotados, los cardenales visten valiosas casullas. Todo en la Iglesia Católica da la sensación de riqueza y lujo. Por ello sorprende que Juan Pablo II dijese en su testamento: "No dejo propiedad alguna sobre la que haya que disponer".

Las finanzas de la Santa Sede son tan opacas que nadie fuera de los muros del Vaticano sabe realmente de cuánto dinero dispone hoy día un Pontífice. Si uno pregunta sobre el sueldo de un cardenal, impera el silencio.

Todos los años en verano, el Estado más pequeño del mundo publica su balance. Pero lo que el presidente de la prefectura económica del Vaticano, Sergio Sebastani, presenta públicamente tiene poco que ver con lo que se entiende por informe transparente. Y sorprendentemente dan sensación de escasez. ¿Es la Santa Sede tan pobre como dice ser?

Si uno se cree los datos del año pasado, entonces en 2003 los gastos fueron de 213 millones de euros (US $276 millones; 159 mil millones de pesos) frente a unas entradas de 203,6 millones (US $263 millones; 151 mil millones de pesos).

Sebastani trató entonces de explicárselo a sus sorprendidos oyentes con una metáfora: "¿Recuerdan el sueño del faraón del Viejo Testamento? Ese con las siete vacas gordas y las siete vacas flacas?". Como en la parábola bíblica, tras siete años opulentos, el Vaticano tiene siete años flacos. Hasta 2001, el centro de la cristiandad tuvo ganancias de más de 30 millones de euros (US $38,8 millones; 22 mil millones de pesos).

Gran patrimonio

Los altos dignatarios se toman el agujero financiero con una sonrisa. Y es que, las pérdidas del Vaticano están cubiertas sin problemas por su patrimonio.

Pero los expertos difieren sobre cuán alto es este patrimonio. Se sitúa en alguna cifra entre los mil millones y los 12.000 millones de euros.

En esa cantidad, se incluyen acciones, reservas de oro, bienes inmobiliarios y tesoros. Y estos últimos no son nada fáciles de valorar: los tesoros de la Iglesia Católica, ya lo dijo Juan Pablo II, "no se pueden vender, pertenecen a todo el mundo".

La caja de la Santa Sede se alimenta tradicionalmente sobre todo de donaciones y subvenciones, cobro de alquileres, arrendamientos, la venta de sellos y monedas, así como transacciones financieras.

Y luego está el llamado óbolo: Esta suma de dinero dada por católicos de todo el mundo voluntariamente creció en el año 2003 hasta los 55,8 millones de dólares y está pensado para apoyar el trabajo caritativo del Papa. No obstante, hay quien especula con que el óbolo ha servido durante años para tapar el déficit de las cuentas.

La "oscuridad" del IOR

Más opacos aún son los negocios del "Istituto per le Opere di Religione" (IOR). Este instituto para obras religiosas, creado en 1942 por el papa Pío XII, está considerado como el banco vaticano, pero tradicionalmente no presenta balances ni informes de cuentas. El dueño del banco es el Pontífice, que tiene derecho a reclamar las ganancias.

Más de una vez, negocios financieros no muy limpios del IOR saltaron a los titulares. Se llegó a hablar de lavado de dinero, engaño e incluso mafia.

Muchos italianos recuerdan aún a Roberto Calvi, director del Banco Ambrosiano de Milán, a quien se conocía como el "banquero de dios" por sus relaciones tan estrechas con la Santa Sede.

Tras la quiebra fraudulenta del banco, Calvi huyó de Italia y fue hallado muerto el 17 de junio de 1982, colgado del Puente de los Hermanos Negros en Londres. Poco antes de su muerte habría dicho: "Si me pasa algo, el Papa debe renunciar".

En el marco de las investigaciones, el cardenal estadounidense Paul Casimir Marcinkus, jefe entonces del IOR, tuvo que renunciar. Y hasta hoy, el trasfondo de la muerte de Calvi sigue sin haberse aclarado.

Y luego está también otro rumor que se ha mantenido durante décadas: Muchos creen que el papa Juan Pablo I fue asesinado tras sólo 33 días en el cargo porque quiso desentrañar el trasfondo de los oscuros negocios del banco del Vaticano.
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