TIJUANA.- Un adolescente acusado del asesinato a sangre fría de cuatro miembros de la familia de su hermano dijo a The Associated Press que cometió el crimen para entrar al mundo de las pandillas de narcos y "demostrarme a mí mismo que yo podía matar... y presumir que los habia matado"".
Entrevistado en la cárcel el miércoles, el muchacho de 15 años describió cómo mató a su cuñada y los tres hijos de ésta en la casa donde vivía con ellos en Tijuana el 8 de abril.
"Yo nomás quería ser narco, para tener dinero como mis tíos", dijo César I. "Quería demostrarme a mí mismo que yo podía matar y regresar a Sinaloa y presumir que los había matado".
Dijo que admiraba a dos de sus tíos, que son narcotraficantes en Sinaloa, donde nacieron muchos capos mexicanos. Pero había ido a vivir con su tío, que también resultó herido en el ataque.
La policía dijo que el joven apuñaló a su cuñada Anabel Villaverde, su hijo de seis años y su hija de cuatro años. Al hijo de ocho años de Villaverde lo estranguló con un cordón de zapato.
Ibarra dijo que mató a su cuñada porque ella se burló de él, dijo que no parecía valiente o rudo como un hombre de Sinaloa.
Con ayuda de cómplices, el adolescente limpió la escena del crimen, colocó los cuerpos en dos barriles vacíos y esperó que llegara su hermano.
Miguel, hermano de César y padre de los dos niños menores, también fue golpeado y apuñalado, pero escapó. Salió del hospital el miércoles.
Las autoridades dicen que el sospechoso había planificado el ataque durante un mes.
Debido a que los acusados son menores, la sentencia máxima que pueden recibir es de siete años.
El crimen conmoció a Tijuana, aunque la ciudad está habituada a los asesinatos relacionados con la droga.
