LA HABANA.- El "balserito" cubano Elián González hizo hoy su primer discurso público en un acto para celebrar el quinto aniversario de su rescate en Miami, donde se convirtió en el centro de una agria disputa legal y política entre Cuba y EE.UU.
El niño asistió junto a su padre, Juan miguel González, sus hermanos y otros familiares al acto que estuvo presidido por el presidente cubano Fidel Castro y tuvo lugar en la "Tribuna Antimperialista José Martí", construida en La Habana durante el proceso que concluyó con su devolución a la isla en junio de 2000.
Elián González, de 11 años, recordó como "el día más feliz de mi vida" el momento en el que se reencontró con su padre, tras haber sido rescatado por alguaciles federales del Servicio de Inmigración y Naturalización de EE.UU. de la casa de los parientes que aspiraban a su custodia en Miami.
"Hace más de cinco años regresé a mi patria y eso fue posible gracias a mi familia, al pueblo cubano, y a nuestro comandante en jefe Fidel (Castro)", dijo el niño en el mensaje que leyó ante cientos de jóvenes que participaron en la conmemoración trasmitida en directo por la televisión local.
El niño agradeció el apoyo y la contribución del pueblo norteamericano a su regreso a Cuba con su familia y "a todos los que hicieron realidad mi sueño de ser un niño libre".
Su padre, Juan Miguel González, también se sumó a los oradores que desfilaron por la "Tribuna Abierta" este viernes, y en una breve alocución dijo que en estos años ha disfrutado "de la feliz niñez de mi hijo Elián" y "verlo crecer junto a sus dos hermanos no solo físicamente sino como ser humano".
"Hoy no podría ocultar la admiración que he sentido al verlo expresarse ante nosotros", añadió.
Elián González sobrevivió en noviembre del 2000 al naufragio de la embarcación de inmigrantes ilegales en el que murió su madre -Elizabeth Brotons- y otras diez personas cuando intentaban alcanzar las costas de la Florida (EE.UU.).
Dos pescadores lo encontraron flotando en un neumático en el mar el 25 de noviembre de 1999 y tras su traslado a Miami (EE.UU.), Elián fue entregado en custodia a unos parientes paternos lejanos que se negaban a devolverlo a su padre, quien lo reclamaba desde Cuba.
Tras una larga y compleja batalla legal, política, familiar y de opinión, que duró siete meses, el pequeño fue entregado a su progenitor el 22 de abril de 2000, y dos meses después pudo regresar con él a la isla definitivamente.
