BAGDAD.- Una serie de atentados con coches bomba causó al menos 29 muertos en Irak hoy, dejando en claro al nuevo gobierno en Bagdad que los insurgentes no han perdido fuerza.
El líder de Al Qaeda en Irak pareció enfatizar el mismo mensaje en una cinta de audio, supuestamente grabada por Abu Musab al-Zarqawi el mes pasado, en la que el extremista jordano aseguró que continuarán los ataques suicidas.
La serie de estallidos incluyó nueve en Bagdad y la ciudad cercana de Madaen, uno en Baquba, al norte de la capital, y otro en Arbil, una ciudad kurda del norte.
La décimosegunda explosión tuvo lugar cerca de un campo militar estadounidense al norte de Bagdad, donde murió un soldado y dos resultaron heridos, dijo el ejército norteamericano.
En total, al menos 29 personas perdieron la vida y más de 90 fueron heridas, de acuerdo con la policía iraquí y los funcionarios de salud. La muerte del soldado elevó a 1.200 el número de efectivos norteamericanos caídos en acción desde el inicio de la guerra.
Varios de los atentados involucraron una táctica cada vez más común, en la que un segundo atacante se detona poco después del primero, con el fin de alcanzar a las personas que acuden al lugar para ayudar.
Los ataques ocurrieron un día después de que Irak formara su primer gobierno democráticamente electo tras la caída de Saddam Hussein, y tras la advertencia que hizo esta semana el principal general de Estados Unidos, de que la insurgencia está tan fuerte ahora como hace un año.
La policía dijo que tres de las bombas estallaron en Madaen, donde en semanas recientes la tensión sectaria ha ido en aumento, y los grupos rivales chiítas y sunitas realizan secuestros y muertes. Tensiones similares han surgido en otros pueblos.
El grupo de Zarqawi, que según los oficiales norteamericanos tiene la intención de sembrar el conflicto sectario, se atribuyó los hechos de violencia en Madaen en una declaración de Internet, diciendo que detonó no tres, sino cuatro bombas.
En la cinta de audio, la persona que dijo ser Zarqawi advirtió a sus aliados que no deben negociar con las fuerzas estadounidenses, refiriéndose a los reportes de que los oficiales estadounidenses e iraquíes se habían ofrecido para negociar con algunos extremistas.
La autenticidad de la cinta no se pudo verificar inmediatamente.
"Norteamérica, el enemigo, hoy está en una posición poco envidiable debido a los ataques exitosos y concentrados que le han forzado a tratar de abrir un diálogo con los muyahidines (guerreros santos)" dijo. "Pero cuidado, esta es una artimaña de Lucifer".
Sus declaraciones llamaron la atención a las posibles divisiones entre los distintos grupos de la insurgencia -principalmente sunita-, especialmente entre los nacionalistas seculares del destituido partido Baath de Saddam Hussein y los islamistas extranjeros como Zarqawi, un jordano.
