BERLIN.- Un pintor de brocha gorda de 41 años fue sentenciado por una corte de Berlín a 13 años de prisión y remitido a una clínica siquiátrica por haber asesinado y descuartizado a otro hombre, con quien mantenía relaciones homosexuales.
El acusado descuartizó el pasado mes de octubre en su domicilio a la víctima, un profesor de música a quien conoció por internet, guardó los trozos de su cuerpo en el refrigerador, pero no llegó a ingerirlos porque le dio náuseas, según sus propias declaraciones ante los magistrados.
La Audiencia Provincial de Berlín condenó al pintor "por asesinato para satisfacer sus instintos sexuales" y estimó en los fundamentos de la sentencia que el reo presenta "perturbaciones en su personalidad con una creciente perversión antropofágica".
El pintor deseaba desde hacía 15 años matar y descuartizar a alguna persona para satisfacer sus apetitos sexuales, señaló el presidente de la corte, Peter Faust.
El acusado escuchó la sentencia sin inmutarse y después pidió perdón a la madre y el compañero sentimental de su víctima. "Mi gran error", dijo, "es no haberme tratado (psiquiátricamente) a tiempo".
Según declaró el pintor ante la corte de Berlín, el terrible caso de canibalismo de Rotenburgo, en el que un ingeniero informático mató a otro hombre con su consentimiento e ingirió partes de su cuerpo, estimuló sus fantasías canibalísticas.