LA PAZ.- Las compañías petroleras extranjeras instaladas en Bolivia no planean retirarse del país, a pesar de que el martes se promulgó una ley de hidrocarburos que les es desfavorable y de las amenazas de una nacionalización de los recursos.
"Nadie va a invertir, pero nadie dijo que íbamos a irnos. Vamos a hacer valer nuestros derechos", declaró un especialista cercano a la Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH). "Estamos en plena confusión jurídica, no se sabe qué contrato tenemos (...) Es una ley que es de todo menos clara", agrega la fuente, que pidió reserva de su identidad.
En Bolivia -país cuya principal riqueza es el gas- opera un total de 26 compañías petroleras extranjeras. La mayoría de ellas, agrupadas en la CBH, expresaron su "gran preocupación y frustración" luego de que se promulgara la nueva ley que, a su juicio, tiene "un carácter confiscatorio contrario a las leyes y a los contratos internacionales en vigor".
El comunicado subraya que la promulgación de la ley "afectará negativamente las inversiones futuras".
Ley conflictiva
Luego de diez meses de debate, y en medio de una fuerte crisis política y social, fue promulgada la nueva ley sobre hidrocarburos, que reemplaza a otra de 1996, dictada bajo el gobierno del ultraliberal Gonzalo Sánchez de Losada.
La ley aprobada impone nuevas obligaciones a las empresas extranjeras, elevando el pago de impuestos de 16 a 32%. Esto significa que el Estado podría recaudar entre 500 y 600 millones de dólares al año por tales asignaciones.
Además recupera para el Estado la propiedad de los hidrocarburos y refunda la compañía estatal de petróleos para que participe, junto a privados, en el proceso de producción y comercialización de hidrocarburos.
En tanto, existen voces al interior del país que exigen aún más restricciones para las empresas petroleras, como el Movimiento al Socialismo (oposición de izquierda), del líder campesino Evo Morales.
En los próximos días se prevé que se intensifiquen las marchas y protestas para que se promulgue una ley más nacionalista.
