PARIS.— El secretario general de la ONU, Kofi Annan, señaló que no tiene intenciones de renunciar al organismo internacional, pese a encontrarse en el centro de la polémica debido al escándalo del programa petróleo por alimentos para Irak.
"Tomo en serio las denuncias en mi contra, por eso quise que el Comité Investigador Independiente dirigido por el ex presidente de la Reserva Federal (estadounidense) Paul Volcker realizara una investigación exhaustiva del asunto", dijo Annan al diario francés Le Figaro.
El comité dijo el martes que volvería a investigar al secretario general de la ONU al conocerse un mensaje electrónico según el cual probablemente Annan sabía más de lo que reconoció sobre un contrato multimillonario de la ONU otorgado a una compañía en la cual trabajaba su hijo Kojo Annan.
El mensaje describía un encuentro entre Annan y directivos de Cotecna Inspection S.A. a fines de 1998 durante el cual la empresa suiza mejoró su oferta.
De ser comprobados, los nuevos detalles pondrían en duda una de las conclusiones del comité investigador en marzo: que no había pruebas que demostraran que Annan estaba al tanto de los esfuerzos de Cotecna por obtener el contrato.
Annan dijo a través de un vocero que no recordaba la reunión de fines de 1998. "Todos queremos conocer la verdad", dijo.
Annan consideró "lamentable que el señor Volcker no pueda realizar su trabajo con serenidad, y eso se debe a los trascendidos constantes a la prensa y los ataques incesantes contra mi persona, la ONU y el propio comité".
Por otra parte, afirmó que estaba "resuelto" a seguir adelante con su plan de reforma de la ONU, que incluye la creación de un Consejo de Derechos Humanos más poderoso que el organismo actual.
