Ira y tristeza en los funerales de las víctimas. |
SHFARAM, Israel.— Miles de policías se repartieron por el norte de Israel y Jerusalén hoy, mientras la comunidad árabe se preparaba para sepultar a cuatro de sus miembros, muertos a tiros por un soldado judío que se opone a la retirada de la Franja de Gaza.
El soldado, identificado por el ejército como Eden Natan-Zadam, abordó un autobús en esta población árabe y abrió fuego, causándole la muerte al conducto y a tres pasajeros, así como heridas a 13 personas más.
Un grupo de personas molestas fue tras él luego del tiroteo y lo mató a golpes, para luego impedirle a la policía durante horas el sacar su cuerpo del autobús.
Durante meses, las fuerzas de seguridad israelíes han advertido que, ante la retirada de la zona de Gaza y cuatro asentamientos cisjordanos, los extremistas podrían tratar de sabotear la acción al atacar a los árabes.
Desertor
El padre de Natan-Zada dijo que su hijo desertó del ejército en protesta cuando se le ordenó ayudar en los preparativos para la retirada y se mudó a Tapuah, un asentamiento judío cisjordano dominado por extremistas.
Los funerales de los cuatro muertos, entre ellos dos hermanas de alrededor de 20 años, serían realizados el viernes.
El diario Haaretz indicó que testigos señalaron que Natan-Zada abordó el autobús, que iba con destino a Shfaram, ciudad con 35 habitantes musulmanes, cristianos y drusos, en la norteña ciudad de Haifa. Iba vestido con la barba y rizos laterales de los judíos ultraortodoxos, además de llevar un listón naranja, señal de oposición la retirada de los asentamientos, en un bolsillo.
Cuando el autobús ingresó en un vecindario de Shfaram abrió fuego contra el conductor, causándole la muerte de forma instantánea.
El autobús continuó por unos 20 metros, hasta golpear a un automóvil estacionado y detenerse, indicó el Haaretz. Natan-Zada continuó disparando dentro del autobús, el cual transportaba unos 20 pasajeros, hasta vaciar una cartuchera. Cuando trató de tomar otra, los pasajeros saltaron sobre él.
Posteriormente, varias personas abordaron el autobús y empezaron a golpear a Natan-Zada hasta matarlo. Las televisoras dijeron el jueves que fue golpeado con barrotes y rocas. Su cuerpo fue dejado durante horas tirado en el suelo, con una bolsa de plástico negra cubriéndole el rostro.
