INNSBRUCK.- Trágico accidente sobre los glaciares de los Alpes, en el Tirol austriaco: nueve personas murieron hoy al precipitarse al vacío la cabina del teleférico en la que viajaban, cuando ésta fue golpeada por un gigantesco cubo de hormigón.
Acorde a testigos, un helicóptero transportaba un contenedor metálico con el hormigón, de unos 750 kilogramos, hacia la estación de montaña de Soelden. Se desprendió a unos 200 metros de altura y cayó directamente sobre la cabina.
Según confirmó la policía local, las víctimas eran turistas alemanes, tres adultos y seis niños. Otras siete personas sufrieron heridas de diversa gravedad, de las cuales dos se encuentran en estado crítico.
"El cubo cayó con toda su fuerza contra el cable del teleférico y luego sobre la cabina", dijo el director del teleférico en Soelden, Jakob Falkner. "La cabina se cayó. Como si se tratara de un gigantesco latigazo, la cabina que estaba encima y también la posterior empezaron a sacudirse". El movimiento hizo que varias personas se precipitaran por las ventanas y cayeran a 50 metros de altura hasta el rocoso suelo.
Distintas son las cifras de Falkner: indica que en la cabina que cayó había cinco personas de las cuales tres murieron y dos se lesionaron. Un médico de emergencia dijo que llevaban casco protector. De los ocho ocupantes de la cabina superior, seis cayeron y murieron, dos resultaron ilesos en la góndola. En la cabina inferior hubo varios heridos.
El helicóptero se dirigía a una obra en la estación de montaña cuando el contenedor cargado de hormigón se soltó. El helicóptero pertenece a la flota de la empresa de transportes de Salzburgo Knaus, que en los pasados años provocó indignación debido a varios accidentes.
A las 13:15 HORAS llegó la primera llamada de socorro a la oficina de emergencia de Tirol. "La llamada era de un testigo por celular desde una de las cabinas que no se había visto afectada por la tragedia", dijo el vicedirector de la oficina, Herbert Supper. "Alertamos de inmediato a todas las fuerzas posibles".
El lugar del siniestro se encuentra, según Supper, a unos 2.800 metros de altura en la nieve, en una zona donde sólo pueden aterrizar helicópteros. Pero para las víctimas que habían caído la ayuda llegó demasiado tarde. Los heridos más graves fueron trasladados a hospitales en Innsbruck y Zams.
En total, 12 helicópteros de rescate, 60 sanitarios y seis médicos de urgencias acudieron a la zona del siniestro. A media tarde, se había rescatado a todos los pasajeros de las cabinas que aún colgaban del cable. Además de recuperar los cadáveres y cuidar de los heridos, la Cruz Roja emprendió la tarea de respaldar psicológicamente a las 20 personas que habían sido testigos de la tragedia.
