GRIGNY, Francia.- Más de 30 policías resultaron heridos y más de 800 vehículos fueron incendiados la última noche en toda Francia, la decimoprimera jornada de violencia, cuando se propagaron e intensificaron los disturbios en los empobrecidos suburbios del país.
El incidente más serio ocurrió en Grigny, al sur de París, donde los jóvenes atrajeron a los policías a un predio residencial y luego los atacaron con armas de aire comprimido. Un portavoz de la policía dijo que al menos 10 oficiales fueron heridos.
Dos de ellos sufrieron heridas importantes cuando fueron alcanzados por balines en el cuello y en las piernas.
El sindicato de policías Action Police CFTC instó al gobierno el lunes a que establezca el toque de queda en las áreas de los disturbios y llame al ejército para que ayude a controlar a los jóvenes enfurecidos.
Muchos de ellos son ciudadanos franceses de origen árabe y africano, nacidos en Francia, que se quejan contra la discriminación racial.
"No hay nada que parezca detener la guerra civil que se expande un poco más cada día en todo el país", dijo el gremio policial en un comunicado. "Los eventos por los que estamos pasando ahora no tienen precedentes desde el final de la Segunda Guerra Mundial".
En reacción a las sugerencias oficiales de que los extremistas islámicos podrían estar agitando algunas de las protestas, una de las mayores organizaciones musulmanas de Francia emitió una "fatwa", un decreto islámico, contra los disturbios.
Los últimos hechos de violencia se registraron poco después de que el presidente francés Jacques Chirac pusiera fin a un largo silencio con sus primeros comentarios en público desde que comenzaron los incidentes, el 27 de octubre.
"La República está determinada, por definición, a ser más fuerte que los que quieren sembrar la violencia y el miedo", dijo, después del encuentro de un consejo de seguridad domestica.
Esta reunión tuvo por objeto responder a una ola de violencia que ya ha dejado miles de autos incendiados.
Un comunicado del ministerio del Interior dijo que en la última noche fueron incendiados 839 vehículos. Aparte, 34 policías resultaron heridos en los enfrentamientos y 186 manifestantes fueron detenidos.
"Realmente les disparaban a los oficiales", dijo un policía después de que unos 200 jóvenes atacaron a sus colegas en Grigny. "Esta es una violencia real, grave. No es como en las noches anteriores. Estoy muy preocupado porque esto va en aumento".
También se reportaron disturbios en otras ciudades como Nantes, Rennes, Estrasburgo, Lens y Toulouse.
En Saint-Etienne, en el centro de Francia, los jóvenes tomaron un autobús, ordenaron a los pasajeros que descendieran del vehículo y lo quemaron. El conductor y un pasajero sufrieron heridas.
En Estrasburgo, en el este del país, los manifestantes arrojaron bombas Molotov contra una escuela primaria.
En Toulouse, en el sudeste, empujaron un auto incendiado a un acceso del metro. En el norte, en Lens, una bomba incendiaria fue lanzada contra una iglesia. En la ciudad cercana de Lille, unos 50 autos fueron incendiados y un reportero de la televisión belga fue golpeado cuando filmaba.
Los disturbios comenzaron después de que murieran electrocutados accidentalmente dos jóvenes que huían de la policía en Clichy-sous-Bois, en las afueras de París.
