LONDRES.- Los días de Charles Kennedy al frente del Partido Liberal-democráta británico parecían contados este viernes, después de admitir que tiene un problema con el alcohol.
Varios diputados del segundo partido de la oposición británica amenazaron con dimitir si Kennedy no renuncia a su cargo. Otra docena le comunicaron por carta que ya no cuenta con su apoyo.
Es un "muerto vivo" comentó el diputado europeo Chris Davies, instando a Kennedy a que dimita.
"Va a destruir el partido si no tenemos cuidado", declaró Lady Jenny Tonge, miembro de la Cámara de los Lords, mientras que el diputado Nick Harvey dijo estar dispuesto a pedir a los 62 diputados del Partido en la Cámara de los Comunes a someterlo a un voto de confianza el miércoles.
Charles Kennedy, un escocés jovial de 46 años, que dirige desde 1999 la segunda fuerza de oposición por detrás de los conservadores, ocultó durante mucho tiempo su problema con el alcohol.
El rumor de su alcoholismo circulaba desde hace tiempo, debido sobre todo a algunas ausencias sospechosas en la Cámara. Por ejemplo, en 2003 en plena discusión sobre el euro, o en 2004, el día que tenía que defender la posición de su partido sobre el presupuesto.
En la primavera (boreal) pasada, Kennedy fue incapaz de explicar la posición de los liberal-demócratas sobre fiscalidad en una conferencia de prensa matutina. Su entorno explicó que su hijo recién nacido le había dado una mala noche.
En 2004, aseguró a la prensa que "en absoluto tenía problemas con el alcohol". "Bebo muy poco y raramente", aseguró en otra ocasión.
Aunque su partido logró en mayo pasado su mejor resultado en unas elecciones desde 1923, con 62 de los 646 diputados de la Cámara, los liberal-demócratas lo consideraron decepcionantes porque esperaban capitalizar mejor el retroceso de los laboristas.
Pero Kennedy no se ha dado por vencido. A los numerosos periodistas que se agolpaban este viernes ante su domicilio les aseguró que desea una nueva elección a la cabeza del partido y que en ese caso volverá a ser candidato.
"No tiene miedo a un voto de confianza", aseguró su portavoz.
"He pedido ayuda profesional y ahora pienso que este problema (el alcohol) está resuelto esencialmente", afirmó el jueves por la noche Kennedy, en una conferencia de prensa convocada a toda prisa después de saber que una cadena de televisión iba a hacer público su secreto a voces.