LONDRES.- Los trabajadores del Metro londinense, conocido como "Tube", iniciaron hoy una huelga de 24 horas, después de que fracasaran las negociaciones entre el sindicato del Transporte Marítimo y Ferroviario (RMT) y la empresa gestora de este medio, la London Underground (LU).
Se trata de la segunda protesta en nueve días, tras la de fin de año.
Pese a una apelación in extremis de la empresa para retomar las negociaciones y las críticas del alcalde Ken Livingstone, la protesta fue confirmada.
El 31 de diciembre la huelga provocó el cierre de 35 estaciones del Metro, en una tarde en la que los trenes son tradicionalmente usados por miles de personas durante las fiestas, y además son gratuitos.
La nueva huelga afectará una jornada como el lunes, que además coincide con la retoma plena de las tareas después de las fiestas, lo que amenaza con sumir a la ciudad en un caos.
El RMT solicitó la suspensión de los nuevos turnos como condición para retomar el diálogo. Los sindicatos afirman que esta reorganización es el preludio de un recorte de los puestos de trabajo y pone en riesgo la seguridad.
Para Bob Crow, titular del sindicato, las tratativas se frustran porque la empresa "está dividida en su interior, con una parte que estaría dispuesta a acoger los pedidos de los trabajadores y otra, evidentemente mayoritaria, que decide continuar con la línea dura".
La empresa que se encarga de manejar el Metro definió como "totalmente innecesaria" esta nueva huelga, y recordó que según el acuerdo ya aceptado por la RMT, los trabajadores tendrían la semana de 35 horas y un aumento de las vacaciones. "No habrán pérdidas de puestos de trabajo ni se verá comprometida la seguridad", resaltó el director operativo de la LU, Mike Brown.