LA MECA.- Arabia Saudita culpó hoy a los fieles de la estampida que mató a 345 personas durante el ritual del Haj, pero muchos musulmanes dijeron que mejores medidas de seguridad podrían haber evitado el desastre ocurrido ayer en la peregrinación anual a La Meca.
Mientras se empujaban para realizar el ritual de lapidación, durante la tarde del último día del Haj, los peregrinos fueron aplastados en el puente Jaramat, en Mena, un angosto valle cerca de la sagrada ciudad de La Meca.
La legitimidad de la familia real saudita se basa, a los ojos de muchos musulmanes, en su habilidad para albergar a unos 2,5 millones de peregrinos que todos los años llegan de todo el mundo.
"El Estado puso todo su esfuerzo e hizo todo lo que tenía que hacer", dijo Mufti Sheikh Abdulaziz al-Sheikh, el clérigo más importante del reino, y acusó a los peregrinos de ser indisciplinados.
El príncipe de la Corona, el Sultán Bin Abdul-Aziz y el ministro del Interior, también culparon a los peregrinos que desobedecieron las reglas de no llevar sus pertenencias consigo e ignoraron el consejo de realizar el ritual durante el día, no por la tarde.
"Nos duele que haya muerto tanta gente, pero debemos señalar que las fuerzas de seguridad evitaron muchos más desastres y salvaron muchas vidas", manifestó el ministro del Interior, el príncipe Nayef bin Abdul-Aziz.
Pero algunos peregrinos dijeron que las autoridades no habían logrado imponer sus propias reglas durante el ritual, donde ya han ocurrido tragedias similares.
En el 2004, unos 250 peregrinos murieron aplastados en el mismo puente. Diez años antes, en otra estampida, perecieron 270. El total de víctimas de ayer fue el más alto desde que en 1990, 1426 personas murieran en un túnel de La Meca.
El Haj de este año ya tuvo una tragedia anterior la semana pasada, cuando 76 personas fallecieron al colapsar un hotel en La Meca.
