MOSCÚ.- Rusia venderá a Teherán misiles antiaéreos "Tor M-1" a pesar del agravamiento del conflicto en torno al programa nuclear de Irán, declaró hoy el viceprimer ministro primero y titular de Defensa ruso, Serguéi Ivanov.
"El contrato de venta de esos sistemas no está ni puede estar vinculado con el problema del dossier nuclear" de Irán, declaró Ivanov a la agencia Interfax sobre los misiles tierra-aire, de corto alcance.
Al mismo tiempo, el ministro de Defensa desmintió informaciones de algunos medios en el sentido de que Rusia planea asimismo vender al régimen iraní los modernos sistemas de misiles antiaéreos S-300, mucho más potentes que los "Tor M-1" y de alcance medio.
"No se corresponden con la realidad las informaciones de que una delegación militar de nuestro país supuestamente haya llevado a cabo negociaciones sobre los sistemas S-300" con Teherán, subrayó Ivanov.
Por otra parte, Ivanov admitió que "es muy posible" que el problema del programa nuclear de Irán sea transferido al Consejo de Seguridad de la ONU para estudiar posibles sanciones, como exigieron ayer los negociadores de la Unión Europea y Estados Unidos.
El mes pasado, Ivanov ya había afirmado que Rusia cumplirá, "guste o no" a Estados Unidos, el contrato para la venta a Teherán por 1.000 millones de dólares de 29 sistemas de misiles antiaéreos Tor M-1, que permitirían a Irán defenderse de una eventual invasión.
En aquella ocasión, Ivanov rechazó la "retórica de amenazas" por parte de Washington, que había expresado su "radical oposición" a la venta de armas a Irán por considerarlo como "un país patrocinador del terrorismo" y la principal amenaza para la paz en Medio Oriente.
Ivanov replicó entonces que "el contrato es totalmente legítimo, y Rusia no viola ninguna normativa, porque sobre Irán no pesan sanciones internacionales" y porque los Tor son unos "sistemas exclusivamente defensivos" y su suministro a Irán no alterará el balance de fuerzas en la zona.
Los "Tor M-1" están dotados de ocho cohetes tierra-aire con un alcance de entre 1,5 y 12 kilómetros de distancia y de entre 10 metros y 6 kilómetros de altura, mientras los misiles de los S-300 tienen un alcance de hasta 200 kilómetros de distancia, desde bajas alturas y hasta el "techo" máximo de los aviones de combate.