MOSCÚ.- Los rusos se vieron atenazados hoy por una ola de frío por cuarto día consecutivo, lo que elevó la cifra de muertos en todo el país a más de 30 personas y pese a que ya están acostumbrados a estas temperaturas inclementes, batallaron para soportar estas agobiantes heladas.
El uso de la electricidad se incrementó a niveles sin precedente en poblaciones y ciudades para tratar de mantener las temperaturas al interior de las construcciones, mientras que a la intemperie, durante la noche, los termómetros cayeron hasta los 31 grados centígrados bajo cero.
Siete personas murieron por exposición al frío en la capital rusa en las últimas 24 horas, informaron funcionarios de emergencia de la ciudad, lo que llevó la cifra de víctimas en todo el país a consecuencia de la ola de frío siberiano que azotó a Moscú la noche del lunes a por lo menos 31 decesos.
En un zoológico de Lipetsk, al sur de Moscú, el director Alexander Osipov señaló que a los monos se les dará vino tres veces al día "para protegerlos del frío", informó la agencia de noticias RIA-Novosti.
Los niños se quedaron en sus casas y los conductores se esforzaban por encender sus automóviles, pero miles de creyentes se sumergieron en aguas heladas en todo el país para celebrar la fiesta cristiana ortodoxa rusa de la Epifanía.
Las gélidas temperaturas igualaron a las de una marca impuesta en 1927, informó Tatiana Pozdniakova, una funcionaria del servicio meteorológico de Moscú.
Los vendedores en los mercados al aire libre de alimentos y ropa de Moscú cerraron sus negocios y los cajeros automáticos a la intemperie se congelaron, mientras que el tránsito fue escaso, pues muchos conductores se negaron a salir de sus casas o no pudieron hacer funcionar sus autos.
Varias personas se llevaron las baterías de sus vehículos a la casa durante la noche para mantenerlas cálidas, mientras que otros trataron de hacer funcionar su autos con descargas.
Muchos padres decidieron dejar a sus hijos en casa y no los enviaron a la escuela. Al menos dos poblaciones en la región de Moscú sufrieron interrupciones en la calefacción.
Un accidente similar dejó a miles de personas sin calefacción en la región siberiana de Chita, unos 4.700 kilómetros al este de Moscú. Los edificios rusos frecuentemente son calentados por los sistemas municipales de agua caliente.