La guardia suiza asistió con sus vestimentas históricas a la misa en su honor. |
CIUDAD DEL VATICANO.- Una misa fue celebrada este domingo en la Capilla Sixtina para conmemorar la llegada a Roma hace cinco siglos de los primeros guardias suizos, que conforman desde entonces el ejército mercenario del Papa.
El secretario de Estado del Vaticano, el cardenal italiano Angelo Sodano, presidió una misa caracterizada por los cánticos de un coro de guardias suizos que se veían resplandecientes en su uniforme ceremonial de pana azul y amarilla, pero sin su pesado casco.
Ante ellos, en al primera fila estaban los comandantes de la guardia, entre ellos los coroneles Elmar Maeder y Jean-Daniel Pitteloud. Algunas familias asistieron y había entre los presentes personas con trajes tradicionales suizos.
Bajo un sol radiante, los guardias del papa, con sus gorgueras blancas en el soberbio decorado de la capilla Sixtina, escucharon al cardenal italiano que rindió homenaje a su ejército en "en este día de fiesta".
"Un día como este, el 22 de enero de 1506, los primeros 150 guardias suizos entraban a la Ciudad eterna, bajo su gloriosa bandera, e iniciaban la larga serie de jóvenes fuertes y generosos que han defendido la sede papal", subrayó Angelo Sodano, con una mitra de oro.
El Papa Benedicto XVI tampoco estuvo ausente y hoy en la plaza de San Pedro del Vaticano dedicó un "saludo muy especial" a los agentes de la Guardia Suiza con motivo del V centenario de su fundación.
"Muchas gracias por vuestro servicio... El 22 de enero de 1506, el Papa Julio II bendijo el primer contingente llegado de Suiza para proteger su vida y el palacio apostólico", dijo Benedicto ante miles de fieles tras la celebración de una misa especial en la Capilla Sixtina.
El comandante del "Ejército más pequeño del mundo", Elmar Theodor Maeder, expresó su confianza en que la tropa que hoy cuenta con 110 hombres no sufra problemas para perpetuarse.
"Los jóvenes vienen para tener experiencias muy provechosas", dijo al diario "Corriere della Sera". "Su retribución es comparable a la que recibirían por realizar tareas similares en Suiza". El sueldo mensual de un recluta se sitúa en torno a 1.200 euros (1450 dólares).
Historia de la Guardia Suiza
El Papa Julio II no quería que su guardia personal estuviera compuesta por agentes de su país, porque pensaba que éstos podían esta involucrados en las luchas de poder de Roma, mientras que en el siglo XVI los soldados suizos gozaban de buena reputación.
Siglos después un escándalo enlutaría a la guardia. La noche del 4 de mayo de 1998, un joven guardia disparó contra su comandante y la mujer de éste, acabando con sus vidas, y después se suicidó. Según la versión oficial, se trató de un "ataque de locura".
Hoy en día, los guardias vigilan sobre todo la entrada a la Ciudad del Vaticano. La policía estatal también participa en su protección, en parte a la vista de la amenaza que supone el terrorismo.
Hasta ahora, los guardias deben poseer la nacionalidad suiza, ser católicos y medir al menos 1,74 metros. Los rangos más elevados pueden contraer matrimonio y vivir con su esposa e hijos fuera del cuartel del Vaticano. La mayoría de los soldados jóvenes pasan dos años en Roma y su lengua oficial es el alemán.