TEHERAN.- Irán afirmó este domingo que no le "inquieta" el posible envío de su expediente nuclear ante el Consejo de Seguridad de la ONU y denunció el carácter "político" de la reunión de urgencia, el 2 de febrero, del Consejo de gobernadores de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).
"No nos inquieta el Consejo de Seguridad, pero es un método incorrecto", declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Hamid Reza Assefi, en su conferencia de prensa semanal.
"La reunión de urgencia del Consejo de gobernadores de la AIEA no es necesaria. Es un acto político", añadió.
Según Assefi, "está claro que el resultado de una reunión que se mantiene por la presión de ciertos países será político".
El portavoz ministerial también criticó las declaraciones realizadas el jueves por el presidente francés, Jacques Chirac, asegurando que Francia se reserva el derecho de responder de forma no convencional, es decir, nuclear, a "los dirigentes de Estados que recurran a medios terroristas".
"Las palabras del presidente francés son inaceptables e injustificables", declaró Assafi mientras el presidente del parlamento iraní, Gholam-Ali Hadad-Adel, las tachó de "vergüenza para el pueblo francés".
Con respecto a la actual crisis con los países occidentales, el portavoz recordó que Teherán pidió "a los europeos la reanudación de negociaciones pero, por falta de lógica, no lo hicieron".
La reunión de la AIEA, los días 2 y 3 de febrero, fue solicitada por la ’troika’ europea --Francia, Alemania y Gran Bretaña, que forman la UE-3-- y debe decidir el envío del caso iraní ante el Consejo de Seguridad de la ONU tras la reanudación de las actividades de enriquecimiento de uranio por Teherán, el 10 de enero.
A raíz de ello, los países europeos se negaron a reanudar las negociaciones con Irán, que estaban previstas para el 18 de enero.
"La mejor solución es el diálogo, pero si nosotros debemos pagar, los europeos pagarán también", advirtió Assafi en una amenaza implícita.
Sobre el plan de Moscú, que propone a Teherán trasladar a suelo ruso el enriquecimiento de uranio para probar, así, el carácter totalmente pacífico de su programa nuclear, el portavoz insistió en su carácter "complementario".
"El plan ruso debe ser tomado en cuenta como un plan complementario al (...) enriquecimiento de uranio dentro" de Irán, aseveró.
Teherán se ha guardado cuidadosamente de informar abiertamente sobre si acepta o no el plan ruso.
El enriquecimiento de uranio sirve para fabricar combustible nuclear pero también se usa para construir bombas atómicas.
Rusos e iraníes tiene previsto volverse a reunir, en Moscú, el 16 de febrero para proseguir con sus negociaciones.
El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró esta semana que Teherán "no excluye aceptar" la propuesta rusa al tiempo que, en un nuevo giro de palabras, el embajador iraní en Moscú, Gholamreza Ansari, declaró que su país "no rechazó la propuesta rusa".
Rusia construye actualmente la primera central nuclear de Irán. Además, es miembro permanente con derecho a veto del Consejo de Seguridad de la ONU, como tienen presente europeos y estadounidenses.
Europa y Estados Unidos desconfían de las intenciones pacíficas del derecho a contar con un programa nuclear propio proclamado por la República Islámica.
En este contexto, el ministro israelí de Defensa, Shaul Mofaz, advirtió el sábado que Israel no tolerará, bajo ningún concepto, que Irán "se dote de la opción nuclear", si bien reiteró la prioridad de la diplomacia.