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Evo mostró toda su picardía en el discurso de investidura

El Presidente electo de Bolivia bromeó sobre la nariz del argentino Néstor Kirchner y la locuacidad de Hugo Chávez y Fidel Castro. También le llamó la atención a un senador por dormirse en medio del acto.

22 de Enero de 2006 | 19:57 | AFP

Evo Morales se reunió con el príncipe de Asturias, luego que en su discurso se refiriera a los "vejámenes" que fueron sometidos los indígenas durante la colonia.
LA PAZ.- El Presidente de Bolivia, Evo Morales, dio muestras de picardía en su discurso de investidura de casi dos horas en el Palacio Legislativo de La Paz, durante el cual bromeó con su colega venezolano Hugo Chávez, el argentino Néstor Kirchner, el cubano Fidel Castro y hasta la reina Sofía de España.

Morales, que improvisó su mensaje a la nación en presencia de 10 Mandatarios de América Latina, uno de Europa, el príncipe Felipe de Borbón, heredero de la corona española, y el subsecretario para Asuntos Latinoamericanos de Estados Unidos, Thomas Shannon, aguijoneó "con mucho respeto" a varios de los asistentes bolivianos e invitados extranjeros.

Fue al ex Presidente boliviano Jaime Paz Zamora a quien reservó uno de los comentarios más punzantes.

Morales, primer indígena en ceñirse la faja presidencial en Bolivia, sorprendió al auditorio al mencionar a Paz Zamora cuando se refirió a los altos índices de corrupción en la administración estatal.

"No puede ser que seamos los subcampeones mundiales de la corrupción (como certificó la organización Transparencia Internacional)", dijo al increpar a sus predecesores blancos y mestizos.

Luego, girándose hacia uno de los palcos del hemiciclo donde se encontraba Paz Zamora, deslizó un sutil "no pues, don Jaime", que desató sonrisas y comentarios en el recinto.


El macanazo se escuchó después de que hubo salvado la responsabilidad de "los indígenas y los pueblos originarios" en el cuestionable manejo que se hizo de los asuntos públicos al menos en los últimos 20 años.

Entre digresión y digresión la emprendió, también "con mucha humildad", con Kirchner, con el que comparó formas y tamaños de sus narices, además de agradecerle el financiamiento de una carretera que unirá el sudoeste boliviano con el norte argentino.

Kirchner es un "loro blanco" y "yo, un loro moreno", bromeó.


Mientras se refería, con dramáticas citas históricas, a los vejámenes de que fueron víctimas los indios en Bolivia, "durante la colonia (española), la república (desde 1825) y el neoliberalismo", contó haber reparado en su reciente gira internacional que en Europa "hasta los perros tienen pasaporte", contrariamente a los indios bolivianos, que no tienen aún registros de identidad, y "que no saben cómo se llaman y cuándo han nacido".

También tuvo una pincelada de su humor sagaz para sus "compañeros y hermanos mayores", el Presidente cubano, Fidel Castro, que no asistió a su investidura, y el venezolano, Hugo Chávez, a quienes criticó por su verba siempre inflamada.

"No es mi costumbre hablar mucho, no piensen que me estoy contagiando de Fidel y Chávez", dijo en mitad de su alocución de dos horas que hizo dormirse a un senador de su partido.

"Ese senador por Cochabamba, que no se duerma", observó.


Finalmente, y luego de agradecer la presencia del príncipe heredero de España, Felipe de Borbón, en el recinto, agradeció un gesto de la reina Sofía.

Recordó que durante su visita a España, la primera semana de enero, al verle resfriado en el Palacio de la Zarzuela, doña Sofía "alzó el teléfono" y le procuró sus médicos de cabecera.

"Imagínense", despabiló a su entretenido auditorio, que doña Sofía pasó "de Reina a médica del Evo Morales".
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