PRISTINA.- Los kosovares rendían homenaje hoy a su Presidente difunto, Ibrahim Rugova, símbolo de sus aspiraciones a la independencia, cuyos restos han sido expuestos en el Parlamento hasta el próximo miércoles.
El cuerpo del hombre que los kosovares albaneses consideran como "el padre de la nación" fue trasladado esta mañana desde su residencia en el barrio de Velanija hasta el Parlamento de Kosovo.
El cortejo fúnebre compuesto por imponentes vehículos negros atravesó las blancas calles nevadas de Pristina, azotada por un viento glacial, y entró en los patios del Congreso.
Ferviente defensor de la independencia, Ibrahim Rugova, reconocido como el líder indiscutible de los albaneses de Kosovo, murió el sábado, a los 61 años de edad, a causa de un cáncer en los pulmones.
La desaparición de este político moderado deja un preocupante vacío político ya que ninguno de sus potenciales sucesores, tachados de intransigentes, goza de su carisma.
Rugova era uno de los políticos más implicados en el proceso de negociación sobre el nuevo estatuto de Kosovo, administrado por la ONU desde 1999 tras los bombardeos de la OTAN que pusieron fin a la represión y la "limpieza étnica" del serbio Slobodan Milosevic, contra la minoría albanesa.
Tras la muerte de Rugova, jefe de los negociadores albaneses, un primer encuentro entre representantes de Belgrado y responsables albaneses de Kosovo, previsto en un primer momento para el 25 de enero, en Viena, fue aplazado por lo menos hasta comienzos de febrero.
Su ataúd, cubierto con la bandera de Kosovo que él imaginó -azul con un círculo rojo en medio donde campea el águila negra bicefala albanesa- fue colocado en medio del recinto del Parlamento, al pie de un gran retrato del difunto, rodeado de las banderas de la ONU, Albania y Kosovo.
Los responsables albaneses y representantes de la comunidad internacional en la provincia se inclinaron ante el féretro y depositaron coronas de flores.
El Primer Ministro de Kosovo, Bajram Kosumi y los miembros de su gabinete fueron seguidos del jefe de la Misión de Estados Unidos en el país, Philip Goldberg y del jefe de la Misión francesa, Thierry Reinard.
El ex Primer Ministro kosovar, Ramush Haradinaj, inculpado de crímenes de guerra por el Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, en libertad provisional en espera de su proceso, fue autorizado a asistir a la ceremonia.
Veton Surroi, el magnate de la prensa de Kosovo, considerado como un posible sucesor de Rugova, de quien fue un adversario político, se inclinó igualmente ante el ataúd.
El Comité encargado de los funerales, previstos para el jueves en Pristina, decidió prolongar a 15 días el duelo nacional, inicialmente previsto para que durara cinco.