WASHINGTON.- El padre de Jill Carroll, la periodista estadounidense secuestrada en Irak, dijo a sus captores en declaraciones televisadas hoy que su hija no era su enemiga y que ella podría contar su historia.
En una súplica directa transmitida por la CNN, 16 días después de que Carroll, de 28 años, fuera secuestrada en las calles de Bagdad, su padre Jim urgió a los secuestradores a liberar a su hija con vida.
Los secuestradores de Carroll amenazaron con matarla si no eran liberadas todas las mujeres detenidas en Irak, pero la fecha límite del viernes pasó sin que dieran ninguna señal de la suerte que corrió la periodista.
"Espero que ustedes hayan escuchado la convicción en la voz de Jill cuando hablaba de su país. Eso fue real", dijo. "Ella no es su enemiga. Cuando la liberen con vida, ella contará la historia de ustedes con la misma convicción", añadió.
Carroll, una periodista independiente que trabajaba para el periódico The Christian Science Monitor, fue secuestrada el 7 de enero y sus captores mataron a su intérprete iraquí. Ella es la reportera número 36 secuestrada en Irak desde abril del 2004, según el Comité para la Protección de Periodistas con sede en Nueva York. Seis de ellos han sido asesinados.