JERUSALÉN.- El estado de salud del Primer Ministro de Israel, Ariel Sharon, era más grave de lo que sus médicos y asesores habían informado desde que sufrió su primer ataque cerebral, el pasado 18 de diciembre.
Según datos a los que ha tenido acceso el diario "Haaretz", además del problema cardiaco congénito que se le detectó a Sharon tras el ataque del 18 de diciembre, el Primer Ministro estaba padeciendo ya en ese momento trastornos cardiacos y cerebrales que los médicos mantuvieron en secreto.
En la actualidad, Sharon se encuentra en situación estacionaria dentro del estado de coma en el que cayó tras los dos ataques cerebrales y la hemorragia masiva que le sobrevinieron el pasado día 4, lo que obligó a que tuviera que ceder temporalmente las funciones de jefe del Gobierno al hasta entonces viceprimer ministro, Ehud Olmert.
En principio, tras el pequeño accidente cerebral del pasado 18 de diciembre, los médicos se limitaron a indicar que Sharon tenía un pequeño orificio de naturaleza congénita en el septo, una delgada membrana que sirve para dividir las cavidades del corazón.
Grave estado
Sin embargo, el periódico indica que ya por entonces se sabía que el estado de salud de Sharon era mucho más grave de lo que se comentaba, puesto que presentaba un cuadro de aneurisma en el septo, que pudo ser la fuente de la hemorragia cerebral que le llevó a su estado actual.
Asimismo, Sharon padecía otros graves trastornos de corazón, como una especie de desvío por el que la sangre fluía en la dirección equivocada (de derecha a izquierda), lo que es muy peligroso y puede causar riesgos adicionales de coágulos sanguíneos que eventualmente afectan al cerebro.
Una portavoz del hospital Hadasah de Jerusalén, donde permanece ingresado Sharon, minimizó la información de "Haaretz", de la que dijo que no aporta nada nuevo.
"Todo lo que se dice en el periódico ya fue comentado en su momento en la conferencia de prensa" donde se informó de la existencia del septo, dijo la portavoz.
