WASHINGTON.- El año pasado fue el más caluroso registrado sobre la superficie de la Tierra, y fue inusualmente cálido en el Ártico, dijo ayer la agencia espacial estadounidense NASA.
Los cinco años más calurosos desde que se empezó a tomar registro de las temperaturas en 1860 se presentaron durante la década pasada, de acuerdo a un análisis dado a conocer por el Instituto Goddard para estudios espaciales de la NASA.
En orden decreciente, los años con promedios mundiales más altos en temperatura fueron 2005, 1998, 2002, 2003 y 2004, señaló la NASA en un comunicado.
"Es justo decir que es probablemente el más caluroso desde que llevamos registros meteorológicos modernos", dijo Drew Shindell, del instituto de la NASA ubicado en la ciudad de Nueva York.
"Utilizando medidas indirectas que retroceden en el tiempo, creo que es justo decir que incluso es el más caluroso en varios miles de años", agregó.
Algunos investigadores esperaban que 1998 resultara ser el más caliente en el registro, debido a la notoriedad con que impactó la corriente de El Niño, un flujo de agua tibia del este del Pacífico, que terminó por elevar la temperatura del planeta.
Sin embargo, Shindell dijo que el año pasado fue un poco más caluroso que 1998, incluso sin que se haya presentado ningún fenómeno climático extraordinario. Las temperaturas del Ártico fueron inusualmente cálidas en el 2005, según explicó la NASA.
"Ese año especialmente anómalo (1998) se ha convertido en la norma", dijo Shindell durante una entrevista telefónica.
Altas temperaturas
"La tasa se ha elevado tan rápidamente que estas temperaturas que sólo teníamos cuando la corriente de El Niño golpeaba se ha convertido ahora en algo que se nos presenta sin ninguna alteración extraordinaria del algún fenómeno climático", explicó.
Durante los últimos 30 años, la Tierra ha elevado sus temperaturas en 0,6 grados Celsius, según la NASA. Y en los últimos 100 años, se ha incrementado en 0,8 grados Celsius.
Shindell, en concordancia con el diagnóstico de muchos científicos, atribuyó el cambio al incremento de emisiones de los gases que provocan el efecto invernadero, como dióxido de carbono, metano y ozono, con la quema de combustibles fósiles como una de sus primeras fuentes.
El siglo 21 podría ser testigo de un aumento de la temperatura global de entre 3 a 5 grados Celsius, dijo Shindell.
"Ello podría llevarnos de verdad a una de las temperaturas más altas que el mundo haya experimentado en el último millón de años", agregó.
Para saber si el planeta se está enfriando o calentando, los científicos utilizaron información de estaciones del clima en la tierra, medidas satelitales de la superficie del mar tomadas desde 1982 y datos recogidos por barcos en años anteriores.