ACAPULCO.- Al menos cuatro personas murieron en un intenso y prolongado enfrentamiento con armas de grueso calibre y al menos una granada en el importante centro turístico internacional de Acapulco en el sur de México.
Acapulco, resguardado desde el año pasado con el principal programa de seguridad federal México Seguro, fue sometido casi de inmediato a una amplia movilización policial con la presencia de cientos de agentes en los sitios más concurridos.
Las primeras informaciones procedentes de Acapulco, 300 kilómetros al sur de la capital nacional, refirieron que el tiroteo comenzó entre dos grupos de narcotraficantes y después continuó entre éstos y los policías que acudieron a frenar el incidente violento, uno de los más duros que han afectado a Acapulco en meses recientes.
Decenas de policías emprendieron una fuerte búsqueda de los presuntos narcotraficantes que huyeron del lugar donde estalló el enfrentamiento alrededor de las 14:30 horas señalaron los reportes desde Acapulco, uno de los más visitados centros turísticos de México con proyección internacional.
Elementos del Ejército Mexicano y agentes de las corporaciones local, estatal y federal resguardan el lugar del enfrentamiento, donde yacen los cuatro cadáveres, uno de los cuales tenía en una mano una granada, dijeron los reportes y anticiparon la posible presencia de militares especialistas para desactivarla.
El tiroteo se suscitó en el barrio Garita, que se encuentra en el principal acceso por carretera a Acapulco, que se encuentra en el estado de Guerrero y junto al Océano Pacífico.
En el lugar del tiroteo permanecieron también siete vehículos con numerosas perforaciones de bala y uno quedó totalmente calcinado por el estallido de una granada y un posterio incendio, de acuerdo a las informaciones.
La policía ha "marcado" la ubicación de cientos de casquillos de las balas que fueron disparadas en el enfrentamiento que, según las versiones iniciales, se prolongó por unos 40 minutos.
De acuerdo a las informaciones, el gobernador de Guerrero, Zeferino Torreblanca, soslayó la magnitud del enfrentamiento en declaraciones a la prensa y dijo que no reforzará su seguridad personal a pesar de la violencia reciente que la semana pasada dejó 6 muertos en el puerto.