KATOVICE, Polonia.- Al menos 66 personas murieron y 141 resultaron heridas por el colapso del techo de una sala de exposiciones en el sur de Polonia, bajo el peso de la nieve, cuando había medio millar de personas dentro del inmueble, informaron las autoridades.
En la sala de exposiciones se celebraba una carrera de palomas mensajeras.
"Desafortunadamente, tenemos más información trágica: 60 personas han muerto", dijo Andrzej Fiema, funcionario el centro de manejo de crisis, que organizaba las operaciones de rescate, el domingo, en la ciudad de Katovice.
"Esta información procede de todos los servicios de rescate, incluidos los bomberos, la policía y los servicios médicos", dijo Fiema al canal TVN24.
Elementos de rescate emplearon perros adiestrados la mañana del domingo para registrar las ruinas del edificio en busca de cerca de 100 personas que se teme están atrapadas en los escombros y bajo temperaturas heladas de 17 grados centígrados bajo cero.
Krzysztof Mejer, portavoz del gobierno de la región de Silesia dijo que: "Muy probablemente hay extranjeros entre los heridos. De seguro hay un alemán, un checo y un belga", señaló.
En las labores de búsqueda de más sobrevivientes se empleaban calentadores para bombear aire caliente al interior de las ruinas, pues temen que muchas personas que podrían estar atrapadas hayan sido sorprendidas sin sus abrigos ni gorras invernales.
"(La temperatura) podría ser un problema para aquellas personas que aún están atrapadas", dijo el portavoz policial Janusz Jonczyk, quien indicó que los heridos fueron llevados a hospitales cercanos para ser atendidos por heridas menores.
Los equipos de rescate exigían silencio periódicamente para poder buscar señales de vida entre los escombros.
Jaroslaw Wojtasik, portavoz de los bomberos de Katowice, señaló que los esfuerzos de rescate podrían durar otras 40 horas.
"Mantendremos nuestra esperanza hasta el final", agregó.
Llamadas de auxilio
Un sacerdote frente a la entrada del edificio oraba sobre los cadáveres de un adulto y un niño cubiertos por una frazada y una lona mientras los equipos de rescate trabajaban frenéticamente.
La gente atrapada dentro de los escombros llamaba a sus familiares o a servicios de emergencia por sus teléfonos celulares, diciéndoles dónde estaban, según testigos en el lugar.
Se presume que unas 500 personas habían asistido a una feria internacional de carreras de pichones en el salón cuando el techo se desplomó, dijo Jonczyk. El peso de la nieve acumulada pudo haber provocado el derrumbe del techo, que ocurrió a las 5:30 de la tarde, menos de dos horas antes de la clausura del evento, añadió.
Pero Grzegorz Slyszyk, que dijo ser un abogado de la gerencia del edificio, dijo que la estructura, construida en el 2000, no pudo haberse colapsado a causa de la nieve porque el exceso era removido regularmente del techo.
"La nieve fue removida por última vez hace dos semanas y desde entonces no ha habido mucha", dijo. "Definitivamente, es demasiado pronto como para especular cuál fue la causa".
El techo se derrumbó por la mitad y los trabajadores de las fuerzas de rescate escarbaron con palas para retirar enormes pilas de nieve con el fin de entrar a algunas áreas.
Ayuda experimentada
En el rescate se emplearon algunos perros que recientemente prestaron sus servicios para buscar a personas atrapadas bajo los escombros tras el terremoto de Pakistán, e incluso algunos transeúntes se unieron a las labores de rescate.
Zbigniew Chmurzynski señaló que regresaba del cine con su esposa cuando pasó por la zona del desastre, por lo que corrió a su casa y tomó a su perro, un Labrador, y regresó al lugar del derrumbe.
"Mi perro encontró a dos personas inconscientes. Sólo espero que sobrevivan", indicó Chmurzynski.
Miles de personas visitaron el lugar durante el día, dijo el testigo Franciszek Kowal. Indicó que estaba dentro del edificio cuando vio que el techo comenzaba a ceder, escapó hacia una terraza y saltó unos cuatro metros a un lugar seguro.
"Por suerte no me pasó nada, pero vi una escena macabra cuando la gente intentaba romper ventanas para poder escapar", dijo Kowal a The Associated Press.
El testigo indicó que "la gente golpeaba los vidrios con sillas, pero no se rompieron. Uno de ellos finalmente se rompió y comenzaron a salir por la ventana", agregó.
Los equipos de rescate escarbaron entre los hierros retorcidos con sierras y otros equipos, y utilizaron lámparas de diferentes potencias para observar el lugar del desastre.
Los bomberos también se valieron de gatos hidráulicos para estabilizar algunas de las vigas del edificio, con el fin de evitar más derrumbes.
"Adentro hay personas vivas pero con miembros fracturados u otras lesiones. No podemos emplear maquinaria pesada", informó el portavoz de la brigada de bomberos de Katowice, Jaroslaw Wojtasik.
En tanto, el primer ministro Kazimierz Marcinkiewicz sobrevoló la zona en helicóptero y pasó 15 minutos observando el sitio del accidente acompañado por equipos de rescate.
El presidente Lech Kaczynski y el parlamento polaco prometieron asignar un millón de zlotys (unos 330.000 dólares) para apoyo de las víctimas.