CUIABÁ, Brasil.- Una rebelión que comenzó el pasado jueves en un penal brasileño concluyó hoy con uno de los treinta presos amotinados muerto a cuchilladas por sus propios compañeros, según informaron fuentes oficiales.
El motín ocurrió en una cárcel cercana a la ciudad de Cuiabá, en el estado de Mato Grosso, la que aún no ha sido inaugurada de forma oficial pero que, desde diciembre pasado, aloja a unos treintena reclusos.
Pese a que el penal no sufre del tradicional hacinamiento de las cárceles brasileñas, los internos se rebelaron en demanda de mejoras en las condiciones de vida y en protesta por el maltrato que dicen recibir por parte de los carceleros.
Los amotinados habían tomado a tres guardias como rehenes y construyeron fuertes en un pabellón, mientras la Policía intentaba negociar para impedir brotes de violencia.
Sin embargo, cuando las autoridades controlaron hoy el motín, hallaron el cuerpo sin vida de Antonio Correa de Freitas, quien se encontraba en proceso acusado de homicidio.
Según la Policía, los presos dijeron que Correa de Freitas fue víctima de un "ajuste de cuentas", por motivos que aún no han sido aclarados.
